Sexo exprés y en cualquier lugar
La búsqueda constante de emociones añadidas a las relaciones sexuales conduce a muchas parejas a localizar sitios diferentes, muchas veces imprevistos, para sostener sus encuentros íntimos.
La sexualidad puede realizarse dentro de un baño, tienda departamental, el auto, la oficina... Sobre diferentes muebles y superficies, como un escritorio, una silla, el sofá o la tarja de mármol de un baño. En sitios tan inesperados como un consultorio médico, el taller del auto o incluso en el estadio de futbol favorito. La imaginación humana es capaz de desafiar al más pintado.
La práctica del sexo rápido o exprés y en sitios inesperados puede verse sazonada con el peligro de ser descubiertos e incluso a algunas parejas les excita saberse observadas, expuestas a los ojos sorprendidos de los demás.
Las normas que regulan esta práctica sexual las imponen los jugadores, es decir, la pareja. Cada cabeza es un mundo y las relaciones sexuales pueden ser monótonas, divertidas, excitantes, silenciosas, ruidosas, excesivamente rápidas o con riesgo de ser atrapados. No existe una regulación estricta.
NO SON PARA TODOS
La sexualidad rápida cuando se practica dentro de la casa puede ser estimulante y segura. Caso contrario es cuando la práctica conlleva el riesgo de ser atrapados dentro de un auto o en un sitio público.
No todas las parejas quieren o están dispuestas a esta experiencia y no es algo criticable, ya que el riesgo puede bloquear la excitación sexual de uno de los participantes, aunque al otro le sobreexcite.
CONSEJOS ÚTILES
Despiertar el deseo: el sexo rápido requiere de pasión casi instantánea. Si se reconoce el lugar exacto donde la pareja tiene el encendido sexual entonces hay que “atacar” con toda la potencia. Si a ella le encanta que la bese de tal o cual manera, entonces hay que hacerlo. Es necesario incitar la pasión del compañero con la caricia íntima que a él le gusta. Un encendido rápido le preparará para el clímax.
Elección de lugar: es recomendable elegir un sitio nuevo, diferente, o una situación estimulante. El quicio de la puerta de la casa, la luz de la calle, la ventana iluminada pueden ser sitios que provoquen en los amantes esa picazón de probar el sexo rápido.
Descubrir la inventiva: aunque está muy comentado disfrazarse para tener fantasías, también existen las fantasías despojándose del disfraz. No es necesario parecer algún personaje famoso o de una serie de televisión, lo necesario es ser osados a la hora de la verdad.
Un pantalón recortado, una blusa que deje ver discretamente una parte de su busto podrá incitar al compañero al sexo exprés. La aventura con la pareja vale completamente la pena.
Déjate la falda: con frecuencia dejarse parte del vestuario puesto incentiva el deseo de despojarlo o hacerlo a un lado. Lo que se busca es una manera diferente, excitante, de hacer el amor.
Una regla indispensable para el sexo rápido es utilizar un vestuario que se pueda quitar y poner sin dificultad; si el arrebato sexual llega en un rincón de una oficina, clóset o hasta el elevador, entonces es indispensable que en un dos por tres la ropa este abierta y libre al contacto sexual.
Variedad: no es aconsejable convertir al sexo exprés en la única alternativa. Hay que mantener la chispa sexual y no convertir el sexo exprés en la única opción intima. También es válido sostener relaciones sexuales convencionales, largas y con un gran preámbulo. Un viejo aforismo afirma: “Hasta lo más bueno, si es frecuente, aburre”. Hay que darle vida a la sexualidad haciendo combinaciones entre lo convencional y lo exprés.
SEXO EXPRÉS CON EXTRAÑOS
Una variante sexual del sexo exprés es conocer a algún excitante compañero sexual y sostener una relación rápida y aparentemente sin mayor trascendencia.
Esta práctica es arriesgada y debe realizarse con protección y de ninguna manera bajo la influencia del alcohol o sustancia que modifique la capacidad de tomar decisiones.
La sexualidad sin amor es una práctica común entre personas que disfrutan del peligro. Lo mejor es evitarlas, ya que siempre existirá la probabilidad de un contagio sexual o incluso peligro de violencia. Si bien las emociones asociadas pueden ser sumamente estimuladoras, el riesgo es elevado.
SEXO CONVENCIONAL O EXPRÉS
Sostener una relación sexual relajada, dentro de casa, en la cama matrimonial tiene la ventaja de experimentar confianza en sí mismo y en el lugar de su realización. Muchas parejas a lo largo de su relación sostendrán solo este tipo de conducta sexual. En cambio, existen parejas que optan por el sexo exprés como la alternativa emocionante del sexo. Están dispuestos a asumir muchos riesgos e incomodidades con el propósito de sacar adrenalina de esta aventura, con su pareja estable o con alguna relación casual.
Lo recomendable de ambas prácticas sexuales es la comodidad que cada participante tenga en el intercurso sexual. Si se es una persona convencional, entonces la alternativa convencional ofrece el espacio y la circunstancia que se requiere para disfrutar la intimidad. Si, por el contrario, se goza con las emociones fuertes, entonces el sexo exprés y con riesgos dará la excitación requerida para alcanzar el clímax de esta manera.
¿Y SI DESPUÉS YA NO QUIERO?
La alternativa de probar y ver si gusta o dejar de hacerlo siempre estará presente. Hay que recordar que son dos participantes y, tal vez a uno de ellos, esta práctica le siga gustando. Si esto ocurre, necesitarán replantear su situación, ya sea llegando a un nuevo acuerdo sexual o mediante la ayuda profesional de un psicólogo o sexólogo.
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