"Ser feliz no es apenas tener alegría con los aplausos, sino tener alegría en el anonimato". Papa Francisco.
No logré mi objetivo: mis sueños, por más que luché por hacerlos realidad, no se llevaron a cabo. Trabajé arduamente (si a viajar se llama trabajar) durante más de trece años para lograr la distinción honorífica de Embajador de los Pueblos Mágicos, pero las altas autoridades que están en el poder detrás de un escritorio decidieron con un simplemente… ¡Qué no!, así de simple, así de sencillo.
Confieso que hice todo lo humanamente posible, venía trabajando por tal objetivo desde hace no menos de cinco o seis años, de tal forma que al lograr la meta de conocer el total de los 83 Pueblos Mágicos en abril pasado, con la visita de Batopilas en las profundidades de Barrancas del Cobre y Batopilas en B.C.S., me dirigí primeramente a la Secretaría de Turismo de aquellos entonces, pues no hace mucho movieron las piezas del ajedrez y de un puesto la cambiaron a otro no hace muchas semanas, sin recibir respuesta alguna, misma que para poder figurar en el ambiente de la política, a su nombre agregó los dos apellidos paternos, no así el de la mujer que le dio la vida, y quien tal vez dentro de su ignorancia o falta de conocimientos olvidó el artículo octavo de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que a la letra dice: "Los funcionarios y empleados públicos respetarán el ejercicio del derecho de petición, siempre que ésta se formule por escrito, de manera pacífica y respetuosa; pero en materia política sólo podrán hacer uso de este derecho los ciudadanos de la república. A toda petición deberá recaer un acuerdo escrito de la autoridad a quien se haya dirigido, la cual tiene la obligación de hacerlo conocer en breve término al peticionario", y al no recibir respuesta en un lapso prudente, me dirijo a otro personaje, quien allá por el 2002, estando en la Secretaría de Turismo, tuvo la gran idea de crear la nominación de PUEBLOS MÁGICOS, quien de una manera más que inmediata da contestación a mi carta, quien entre otras cosas decía: "…Le expreso mi más cordial felicitación por haberse dado el tiempo y el gusto de conocer los maravillosos Pueblos Mágicos…".
En otro párrafo, agrega: "No tengo registro de alguna otra persona con esta muy interesante y seguramente muy enriquecedora experiencia… Tenga usted la seguridad que comentaré su experiencia con los funcionarios de la Secretaría de Turismo responsables del Programa Pueblos Mágicos esperando que para ellos sea también una propuesta interesante, aunque le envío sus números telefónicos para que usted se pueda comunicar directamente con ellos".
Y por supuesto que lo hice, no una, sino en varias ocasiones, y lo de costumbre, las respuestas de las secretarias: cuál es el motivo de su llamada…, los señores se encuentran en reuniones muy importantes y no se les puede interrumpir… se encuentran fuera de sus oficinas o de la ciudad.
Alguien, en uno de los tantos Pueblos Mágicos del país, me sugiere enviar carta directa al presidente de la república y así lo hice, y no sólo eso, me di a la tarea también de llevarla hasta Palacio Nacional al Departamento de Atención Ciudadana, donde una persona, de la manera más atenta, me recibió la misiva que llevaba y también me sella de recibida esa correspondencia, agregando que en un lapso de 30 a 45 días recibiría contestación a mi propuesta. Así mismo, llegué hasta las oficinas de la Secretaría de Turismo Federal, donde también recibieron mi ponencia, sellándome una copia que llevaba.
No conforme aún con esto, fui hasta la ciudad de Puebla, donde se llevaría a cabo la II Feria Nacional Pueblos Mágicos 20l5 durante los días del 25 al 27 de septiembre pasado y donde la Secretaría de Turismo del Estado, la señora Maru Torres Ablaneda, al enterarse del contenido de mi misiva y mi trayectoria, me felicita, agregando que ella tan sólo conocía los siete del estado y amablemente me hace saber que el Estado de Puebla tan sólo es la sede del evento y que lamentablemente ella nada podría hacer a mi bien merecida petición.
Pocos días después, recibo la respuesta de Sectur Federal con la resolución mencionada anteriormente.
No obstante, ya conociendo de la resolución negativa, asistí al evento nacional como lo había hecho en septiembre del año anterior cuya sede fue la ciudad de Guadalajara, cuando todavía me faltaban 7 de los 83 Pueblos Mágicos, llevando una misiva dirigida a la Secretaría de Turismo Federal y copia a cada una de las 83 sedes del país; sin embargo, jamás recibí ninguna respuesta al respecto.
Me dio mucho gusto ser testigo en esta segunda reunión de la nominación por parte de la Secretaría de Turismo de 28 Pueblos Mágicos más distribuidos en catorce estados de la República, aun cuando se conocía que tan sólo se iban a nominar l7 más para completar los cien; sin embargo, fue una agradable sorpresa los 11 más y que fueron los siguientes: San José de Gracia en Aguascalientes; Palenque en Chiapas; Casas Grandes en el estado grande, Chihuahua; Candela y Guerrero en Coahuila; Ixtapan de la Sal, Teotihuacán, San Martín de las Pirámides y San Juan de Teotihuacán, Villa del Carbón y Aculco para el Estado de México; Tecozautla en el estado de Hidalgo; Talpa de Allende y Mascota para Jalisco; Sayulita para Nayarit, Linares para Nuevo León; Huautla de Jiménez, Mazunte, Mitla Teposcolula para el estado de Oaxaca; Atlixco y Huauchinango para Puebla, San Joaquín para Querétaro, Isla de Mujeres y Tulum para el estado de Quintana Roo, Tlaxco para el estado de Tlaxcala y finalmente Coscomatepec, Orizaba y Zozocolco de Hidalgo para el estado de Veracruz, quedando sumidos en gran tristeza y decepción varios lugares que no alcanzaron ésta tan importante nominación y que muy seguramente los hubiera sacado del anonimato turístico.
Los que están de los 83 Pueblos Mágicos ya conocidos ofrecieron cada uno de ellos lo mejor de su artesanía, gastronomía, y sobre todo, de la belleza de sus pueblos y sus alrededores, y por doquier reinaba la alegría, los gratos olores y sabores de sus manjares, así como la belleza y colorido de toda clase de artesanía.
Fueron en total tres días en los que comprobamos una vez más las bellezas que nuestro México ofrece no sólo a los nacionales, sino a todos los países del mundo.
No está por demás mencionar el gran concierto que se ofreció a todos los asistentes con la presentación de Alicia Villarreal y Fernando de la Mora.
Considero que mi meta se ha prolongado con la nominación de veintiocho Pueblos Mágicos más; sin embargo, me alegra ver que trece de ellos ya los conozco en viajes previos, como son San José de Gracia, Aguascalientes; Palenque en Chiapas; Casas Grandes, Chih.; Candela y Guerrero en nuestro estado; Teotihuacán y Villa del Carbón, Pueblo con Encanto en el estado de México; Mitla en Oaxaca; Huachinango en el estado de Puebla; San Joaquín, enclavado en la Sierra Gorda del estado de Querétaro; Isla de mujeres, Tulún en el estado de Quintana Roo; Tlaxco en Tlaxcala y Orizaba en el estado de Veracruz, restándome por conocer tan sólo quince de ellos. Por el momento, puedo mencionar que aproveché mi estancia en la ciudad de Puebla y como Atlixco se encuentra a tan sólo 40 kilómetros de la capital, estuve en este bello pueblo durante tres días, y aun cuando ya conocía los dos del estado de Coahuila, hubo la oportunidad de nuevamente ir a visitarlos en días pasados, encontrándolos completamente cambiados a la vez pasada que los visité.
Para finalizar, agrego que al ir a visitar el nuevo Pueblo Mágico de Nuevo León, Linares, tuve la satisfacción de presentar en ocho lugares diferentes mi ponencia titulada: "El encanto de los Pueblos Mágicos…, ¡pueblos que enamoran!, cuya presentación ya la he expuesto en varios lugares de la república tales como Loreto, B.C.S.; El Rosario, Sinaloa; Chignahuapan, Puebla; Yuriria, Salvatierra y Jalpa de Cánova en el estado de Guanajuato; Naolinco e Ixhuacán de los Reyes en el estado de Veracruz, donde fui declarado Huésped Distinguido, entre otras poblaciones más. (Noviembre del 20l5).
