Estée Lauder

Fémina ejemplar, determinada a alcanzar sus objetivos sin importar los obstáculos del trayecto y con la misión de distribuir sus productos, no solo para embellecer a las mujeres sino para conservarlas radiantes.

Estée Lauder nació en 1908 en el condado de Queens en NewYork, un barrio obrero, donde casi todos eran descendientes de italianos. Su madre era húngara y su padre un judío checoslovaco y su nombre de soltera era Josephine Esther Mentzer.

La pasión que esta mujer emprendedora tenía por el cuidado de la piel era evidente desde sus primeros años de juventud, estaba obsesionada con tener siempre un cutis impecable, probablemente debido a la influencia de madre y su tío, el químico John Schotz, quien era propietario de la empresa New Way Laboratories, donde se elaboraban y vendían productos de belleza. Fue él quien instruyó a Josephine Esther en el cuidado de la piel; le explicó que no debía usar jabón para la limpieza de esta y le enseñó a hacer cremas y masajes faciales.

Gracias a eso, la joven se enamoró de la cosmética y creó su primera crema llamada Super rich all-purpose cream, misma que en sus comienzos distribuía entre sus amigas y conocidas, aunque siempre fue consciente de la calidad de sus productos, de modo que a base de trabajo y constancia pronto saltaría del comercio de casa por casa a las ventas a gran escala.

“No ha habido un día de trabajo en mi vida en el que no haya vendido. Si creo en algo, lo vendo. Y lo vendo bien”, declaraba Estée Lauder hacia el final de su vida, resumiendo así su labor.

HACIENDO UN SUEÑO REALIDAD

Aunque ya desde 1937 Josephine Esther Mentzer y su esposo Josph Lauter usaban el nombre Estée Lauder como marca, fue hasta 1946 cuando hombro a hombro fundaron formalmente la compañía. Para entonces, la pareja ya se había casado ya dos veces, primero en 1930 y luego en 1942, tras tres años de divorcio. Fue en en la década de los treinta cuando la pareja cambia el apellido Lauter por el internacionalmente conocido Lauder, esto debido a que Joseph corrigió el error ortográfico que hubo cuando su padre emigró de Austria a Estados Unidos y a partir de 1937 habían comenzado a usar el nombre de Estée Lauder como marca.

Gracias a la determinación de la propia Estée, sus productos comenzaron a venderse en la gran tienda Saks de la Quinta Avenida dos años después de la fundación de su empresa. Entre sus primeros grandes éxitos de mercado se cuenta la fragancia Youth Dew, creada en 1953, además de la Super rich all-purpose cream.

VENCIENDO LOS GIGANTES DEL CAMINO

La expansión de sus productos se debe principalmente a la técnica “díselo a una mujer”. Este método nació de la convicción de Lauder de que si se ponía en manos de alguna mujer cualquiera de sus productos quedaría fascinada, por lo cual, esta se encargaría de decírselo a sus amigas e inmediatamente consumirían su mercancía. Este esquema convertiría a Estée Lauder en una de las empresas pioneras en regalar muestras a sus potenciales compradores. Aunado a ello, se dice que la señora Lauder contrataba como vendedoras, consultoras y maquillistas únicamente a mujeres que utilizaran sus productos e invertía muchas horas instruyéndolas para que hicieran las demostraciones adecuadamente a sus clientas.

“No he llegado donde he llegado simplemente deseando algo, esperando algo, sino trabajando por ello”, afirmaba, y con esa mentalidad llevó a su pequeña compañía familiar al mercado internacional. El punto de partida en Europa serían los almacenes Harrods de Londres en la década de los sesenta.

Esa década fue muy importante para la compañía; además de expandirse en el mercado europeo, comenzó a hacer publicidad con hermosas modelos que usaban su maquillaje, contrató al aclamado Victor Skrebneski para que las fotografiara y salieran en las portadas de las revistas. Este tipo de publicidad se basaba en la creencia de que si las famosas usaban Estée Lauder las demás mujeres por consecuencia también querrían usar sus productos.

Este esquema ha dado como resultado que numerosas celebridades, tanto actrices como modelos, hayn sido imagen de la empresa. Las más recientes son Eva Mendes y Kendall Jenner. Las antecesoras fueron Willow Bay y Paulina Porizkova, Elizabeth Hurley, Gwyneth Paltrow, Liya Kebede, Carolyn Murphy, Joan Smalls, Liu Wen, Hilary Rhoda, Constance Jablonski y Arizona Muse; sin olvidar a Karen Graham, quien modeló los productos durante 15 años.

La imagen que la señora Lauder quería difundir a través de su publicidad era la de mujeres fuerte y sofisticada. En una ocasión declaró: “Mis mujeres son triunfadoras, elegantes, fuertes e inteligentes”.

La compañía se fue expandiendo y en 1968 surgió de ella la línea Clinique Laboratories. La diferencia de esta marca es que los productos no tienen fragancia, además de que cuenta con una línea destinada a caballeros desde 1976.

Con todo y el crecimiento que su empresa tenía, la talentosa mujer de negocios aún no llegaba a lo que era su tierra prometida, su más grande meta, que era llegar al mercado parisiense, estar a la altura de los productos franceses. Cosa que lograría hasta 1985, tras vencer algunos obstáculos en el camino. Se cuenta que el dueño de las galerías Lafayette, no creía en sus producto pero cambió de parecer en una ocasión en que Estée iba saliendo de la tienda y por accidente derramó el aceite Youth Dew. Tras el incidente la gente quedó fascinada con el aroma y comenzó a preguntar por toda la tienda dónde podían adquirirlo. En ese momento el director se percató de la reacción del público y permitió la venta de los productos Lauder en su tienda, a donde llegaron para quedarse.

Hoy en día más de 150 países venden sus productos, que incluye desde fragancias, aceites, cremas, maquillaje y lociones. Los frascos con su característico color azul y en ocasiones dorado, blanco o marrón, diseñados así por la propia Estée Lauder pensando en que combinarían con cualquier sala de baño, son inconfundibles y una garantía de calidad y prestigio.

EL LEGADO LAUDER

En 1995 Estée Lauder se retiró oficialmente de su compañía, dejando la batuta del negocio familiar en manos de su primogénito, Leonard Lauder. Su otro hijo, Ronald Steven Lauder, está enfocado al altruismo. La familia aún tiene el 70 por ciento de las acciones.

Una de las acciones filantrópicas del clan Lauder es la campaña anual de Conciencia contra el cáncer de mama incluye las 18 marcas de cosméticos dirigidas por Estée Lauder Companies. Colectivamente representan el primer y más grande contribuyente corporativo de la Fundación de Investigación contra el Cáncer de Mama. La nuera de Estée creó el ya conocido lazo rosa. Esta causa demuestra el compromiso que siempre tuvo con el cuidado femenino.

A pesar del tiempo, la compañía se ha mantenido fiel a la visión original su fundadora. Y no es solo que las mujeres deben estar bellas, sino, su objetivo es darles las herramientas necesarias para enfatizar sus mejores atributos y mantenerlos, recordando una de sus frases más celebres: “¿Me preguntas mi edad? Te digo que simplemente no importa”.