Aunque cuenta con una certificación TIF que garantiza seguridad higiénico- sanitaria en sus procesos, señalan que el Rastro Municipal violenta no sólo la Ley de Protección Animal, sino también la de Salud del Estado así como algunas disposiciones de la certificación, pero sobre todo pone en riesgo la salud de los consumidores.
Con fotografías en mano que muestran la serie de anomalías que se cometen en la operación de este lugar de sacrificio animal así como las declaraciones de un par de trabajadores quienes pidieron anonimato por temor a represalias, el médico veterinario Alfonso Sierra denuncia públicamente tales condiciones.
El denunciante aseguró que la síndica de Vigilancia, Gabriela Casale ya cuenta con el material desde hace días, pero hasta el momento no ha hecho ningún señalamiento a los responsables del lugar, en este caso al titular Juan Antonio Cabello Flores, argumentando que debe contar con las pruebas suficientes para hacerlo.
Dentro de las anomalías en las que se incurren está la técnica que se utiliza para el sacrificio de los animales como lo es la puntilla, la cual se considera cruel debido al sufrimiento al que se somete y por lo tanto se violenta las leyes de Protección Animal y la de Salud en el Estado.
Hoy en día se utiliza la pistola de émbolo oculto, que además de evitar un trato cruel, se logra una mejor calidad en el producto.
Con esta técnica se "perfora el cráneo y se lastima el cerebro, deja de sentir, el corazón sigue latiendo, lo degüellan, y con el mismo latido hace que la sangre fluya y permite que la carne permanezca en buenas condiciones, y sin que sufra el animal", explicó.
En el rastro, se detectaron hasta cuatro golpes con la puntilla a los animales para su sacrificio.
Además se detectó la llegada de reses muertas, actividad que también prohíbe la ley de Salud en el Estado.
Otras de las irregularidades, son las condiciones en las que se encuentra la carne que se procesa, ya que en varias fotografías se logra apreciar lesiones por tuberculosis y en otras más, una tonalidad diferente en cada pieza, lo cual señala el médico veterinario, es una clara muestra de que no es apta para su consumo humano, y que pese a ello, se permite en este lugar, poniendo en riesgo la salud de quienes la consumen.
"La intención es que se hagan las cosas como deben de ser porque la ley no debe ser excluyente, están haciendo una ley antitaurina donde supuestamente están evitando el maltrato animal y están permitiendo en una instalación del municipio que se haga maltrato".
El acceso a reses muertas es otra de las violaciones a las citadas leyes, acciones que son permitidas por el personal que labora en el rastro, acusan.
Peligro. Esta es una de las piezas que se detectaron en el Rastro Municipal de Torreón, condiciones que pondrían en riesgo la vida y la salud de quienes la consumieran. (CORTESÍA)
