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El Bronco tiene la palabra

Ventana

JOSé CÁRDENAS

"Se acabó la fiesta de los bandidos; la corrupción sin llenadera".

El primer gobernador de Nuevo León sin partido anuncia auditorías a todas las áreas del gobierno, "sin sed de venganza pero con hambre de justicia"; promete ser una garrapata para los rateros que han desangrado a la industriosa entidad desde la impunidad del poder.

Al asumir el cargo, Jaime Rodríguez Calderón acusa haber recibido "una casa sucia, con las columnas derruidas, fugas en muchas partes, el techo cayéndose en otras, y para acabarla de fregar, hipotecada (…) donde muchos se creyeron reyes y no gobernantes".

El encendido discurso de El Bronco regaló amenazas, olvido y desprecio al exgobernador Rodrigo Medina… y a su papá también.

En un desplante histriónico -¿para exorcizar los vicios y los riesgos del poder?- puso un letrero a la silla de su antecesor: "Peligro…no sentarse. Esta silla enferma de poder y egolatría"… y la mandó al museo.

El arribo de El Bronco a la cima política de Nuevo León ha despertado justificadas expectativas. Sin la infraestructura de los grandes partidos logró la victoria a pesar de contar con un presupuesto insignificante para financiar su campaña, y haber tenido en contra a los medios de comunicación locales y algunos nacionales.

¿Cómo fue posible semejante hazaña?

El éxito parte del hartazgo de la sociedad neolonesa ante la corrupción canalla y el dispendio escandaloso que caracterizaron a las dos administraciones pasadas -las de Nati González Parás y Rodrigo Medina…

Ahora, se abre ahora un período de gracia para darle a El Bronco oportunidad de cumplir sus promesas. Este lapso caduca dentro de cien días.

"Se vale soñar y tener la esperanza de la justicia añorada, la imprescindible reconciliación con el pasado y el resurgimiento de la fe en el futuro", comenta el novelista Francisco Martín Moreno.

El Bronco tiene la palabra.

Si cumple sus promesas y pone en la cárcel a la "bola de huevones" -así llamó a quienes han traicionado a Nuevo León- podría catapultarse y abrir esperanzas en las candidaturas ciudadanas huérfanas de partido.

De lo contrario, si Jaime Rodríguez resulta un hablador -echador y pendenciero al estilo de Vicente Fox- la frustración haría perder la fe en los "independientes" como nuevos instrumentos de la democracia.

De ese tamaño el la responsabilidad de El Bronco.

 EL MONJE LOCO

¿El Bronco "justiciero" siembra vientos para cosechar tempestades? ¿Llega como rehén, extraviado en el disfraz de un personaje de opereta? Ya veremos…

@JoseCardenas1 | [email protected] | www.josecardenas.com

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