El Encuentro de Jóvenes Universitarios organizado por la asociación cívica Renacer Lagunero el sábado pasado, se inscribe en la serie de esfuerzos que hacen diversas organizaciones civiles de la región con el objetivo de construir ciudadanía.
Según información publicada por El Siglo de Torreón, el tercer ejercicio de esta índole que hace la agrupación reunió a ciento ochenta jóvenes de quince universidades de la región, que participaron en diez distintas mesas de trabajo clasificadas por temas tales como transparencia en las finanzas públicas y rendición de cuentas; desarrollo social, alimentación y salud; desarrollo económico; ecología, arte, cultura y deporte; seguridad e impartición de justicia.
Los jóvenes detectan que la problemática de origen reside en la falta de una política dirigida al bienestar colectivo cuya carencia es producto tanto de la omisión del gobierno en sus distintos niveles, como de la poca participación de los ciudadanos en política, que corre en paralelo a la inexistencia de compromisos y proyectos que se planteen a partir de la sociedad civil.
Lo anterior exige como principio la integración de una agenda ciudadana que gracias a la iniciativa de Renacer Lagunero se abre a la participación de los jóvenes estudiantes de educación superior, quienes por sí mismos o bajo la coordinación de sus catedráticos, realizan un ejercicio en el que hacen sus aportaciones mediante las dinámicas y la metodología que emplean en forma cotidiana en las aulas universitarias.
Como consecuencia de lo que está sucediendo, las aportaciones de los jóvenes tienden un puente entre el trabajo académico y la realidad, en busca de ofrecer la solución adecuada a cada problema concreto de la comunidad y sólo falta que sus iniciativas sean incorporadas a la agenda ciudadana que según los voceros de la asociación, esperan tener integrada a fines del presente año.
La participación de los jóvenes en general y de los jóvenes universitarios en particular, es un elemento indispensable en la construcción de ciudadanía, porque es condición obligada para garantizar el relevo generacional y como consecuencia la continuidad y superación de los esfuerzos hasta hoy realizados en este tema, para transformar nuestro entorno social y político hacia un mayor bienestar integral para cuerpo y espíritu.
La participación de las nuevas generaciones en la construcción de ciudadanía como elemento fundamental de la comunidad política y de la formación del gobierno, es la base de la esperanza en el porvenir y por eso reiteramos la vieja conseja según la cual la juventud es la esperanza de la Patria en este caso, de la Patria Mexicana.
Entendemos por esperanza la confianza y la certeza de tener un mejor porvenir como sociedad política, que derivan del legítimo apetito hacia el bien que es propio del espíritu humano. El aliento y justificación de tal sentido de esperanza no derivan de una mera ilusión que espera a que las cosas caigan del cielo, sino que está fundada en las acciones voluntarias, inteligentes y concretas que realice el ser humano en lo personal y organizado con sus semejantes, como corresponde a los enunciados según los cuales, el hombre es el artífice de su propio destino y lo que no hagamos por nosotros mismos, nadie más lo va a hacer.
Es evidente que los jóvenes que acudieron al evento cuyo comentario nos ocupa están convencidos de lo anterior y ello explica su participación, así como la propuesta de sus proyectos y los compromisos contraídos consigo mismos y con la comunidad a la que pertenecen.
Lo que sigue a continuación es que el ejemplo cunda y se difunda como las hondas concéntricas que provoca una piedra cuando cae en aguas estancadas. Felicitaciones a Renacer Lagunero, porque la participación cívica y la construcción de ciudadanía son la única alternativa para acabar con la parálisis, la frustración y el pesimismo, que tienen enferma a nuestra región.
