País sin brújula
Los integrantes del programa Primer Plano que se transmite los lunes por el Canal 11 del Politécnico, tocaron ayer un tema aparentemente sin importancia, pero que como afirman Lorenzo Meyer y demás analistas del programa, es de importancia mayor.
Y refieren que algunas encuestas levantadas con motivo de las fiestas de independencia indican que un número mayoritario de mexicanos no sabe a ciencia cierta qué es lo que se celebra el 15 y el 16 de septiembre. Un alto porcentaje desconoce que participación tuvieron Don Miguel Hidalgo y a Don José María Morelos y otros próceres en la gesta de la independencia. Muchos no supieron de qué o de quién nos habíamos independizado.
Lo anterior, dicen los analistas de Primer Plano, no delata más que una lamentable realidad: que hemos perdido la identidad como país, que no existe una guía de valores patrios que nos conduzca a la construcción de un país próspero, equitativo, culto y justo que a estas alturas es lo que ya deberíamos haber alcanzado en casi 200 años de independencia.
La triste realidad es que tenemos un país que va a la deriva porque todo se ha corrompido llegando al extremo actual en que los bienes nacionales se han estado entregando a los extranjeros: minas, playas, petróleo, agua, porque el país no cuenta ni con la tecnología ni con los recursos económicos para hacerlo ya que todo se ha ido en despilfarros, ineficiencia y sobre todo la corrupción y voracidad de los políticos que han pasado por el poder, olvidándose de que hay un país que construir con bases sólidas y no con todas las debilidades manifiestas que nos hacen víctimas de otros países más poderosos.
Muchos critican el nacionalismo perdido y que algunos pretendemos rescatar. Los valores nacionales ya pasaron de moda, dicen, ahora es la apertura total al mundo. Olvídense de la historia de México y sus héroes, borremos las fronteras, etcétera, etcétera. Lo que se les olvida a quienes así piensan es que todos los países del planeta son profundamente nacionalistas, aman su historia y respetan a sus héroes. Sí, se abren al comercio, a la ciencia y a la tecnología, etcétera, etcétera, pero conservando con celo sus valores patrios. Nuestros vecinos del norte son nacionalistas en extremo y cuidado con que se les toque a sus héroes.
Para esta pérdida de identidad de los mexicanos no hay más que una explicación: la permanencia en el poder de un partido político por más de ocho décadas y que nunca se preocupó de infundir el nacionalismo que heredamos de nuestros héroes y la pasajera intervención de otro partido distinto, pero igual de corrupto e inepto han dejado al país en la profunda depresión que hoy tenemos.
Conclusión: es imperativo para nuestro país cambiar de rumbo a la brevedad posible. El PRI y sus cómplices no deben permanecer más en el poder ya que son los causantes de que el país ande de cabeza y han conseguido que seamos la burla de todas las naciones del mundo.
Héctor Astorga,
Comarca Lagunera.
