Recomendación
Las madres de los estudiantes desaparecidos no sólo de Ayotzinapa, sino de cualquier municipio o región, deberían reunirse no con Peña Nieto sino con Cienfuegos, Arely Gómez, el director del Cisen y el de la Policía Federal, así como con el exgobernador Aguirre, para que respondan en un acto público a las interrogantes y cuestionamientos sobre dichos sucesos.
En dicho acto deberían estar presentes los expertos de la PGR, así como el grupo de argentinos y los de la CIDH, para confrontar sus tesis.
También deberán quedar satisfechas las dudas no sólo de quiénes son los autores intelectuales y materiales de las desapariciones, sino los motivos que los llevaron a cometer estos crímenes.
Para satisfacción de los afectados, se deberán aprehender y juzgar a los verdaderos responsables para honrar la justicia y el honor de quienes están al frente del gobierno; o cuando menos pienso que los tres poderes de gobierno, más el poder legislativo y la Suprema Corte deberían procurar el ordenamiento de lo que arriba expongo.
Es mucho pedir, pero es más grave y con mucho lo que está y sigue sucediendo en nuestro México.
Mario Joaquín Hamdan Calderón,
Torreón, Coahuila.
Desviar la atención
Mucho nos dolió el artero ataque a turistas mexicanos en Egipto. Empero las reacciones de uno y otro bando han sido desastrosas. El embajador egipcio nos salió con que en México acaecen estas muertes por el problema del narco y allá por los rebeldes islámicos.
Pésima respuesta, es la de un pandillero no la de un diplomático, como queriendo decir: “confórmense, andamos igual”. Por otro lado las reacciones del gobierno mexicano iguales o peores.
La nueva secretaria de Relaciones errática, sin experiencia, usada para apantallar. Un viaje innecesario, usando el avión presidencial (¿cuánto costó?, no lo publican) a leguas se ve que lo único que quiere el gobierno federal es lavarse el rostro con caras bondadosas y humanitarias, pero la corrupción, Tlatlaya y Ayotzinapa guardan silencio. Bien pudieron traerse en vuelos comerciales o tal vez en una nave económica.
El colmo de la representación fue la recepción por parte del propio EPN y el epílogo del sainete fue que la secretaria de Salud, los fuera a recibir y a valorar médicamente, como si fuera una urgencióloga o médico de guerra reconocida. ¿A quién quieren confundir? ¿A quién quieren lavarle la cara y vestiduras? El avión presidencial gasta millones antes de despegar y más al regreso. Tiene una logística carísima. Todo para lucir nada más.
Error tras error, este gobierno hace mal las cosas desde que se mueven en el cerebro que las planea.
Miguel Ángel Hernández,
Ciudadano de Torreón.
