Columnas Social

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

El futbol y sus sobrenombres

JUAN RECAREDO

En México, nuestro querido país, hay mucha gente que desayuna, come y cena futbol. Todo el tiempo llevan puesta la camiseta de su equipo favorito y la complementan con toda la indumentaria respectiva. Incluso -y esto es literalmente cierto- en mi ciudad, -Monterrey- hay a la venta ataúdes decorados con el logo y los colores de Tigres o de Rayados, para que, aún después de muerto, un aficionado se vaya al otro mundo portando orgulloso los colores que en vida, lo hicieron sufrir y gozar con las emociones de un campeonato de futbol.

Otra cosa que nos llama mucho la atención del ambiente futbolístico son los apodos, principalmente los de los jugadores. Algunos son como para sentirse orgulloso. Cualquiera se siente feliz de que le digan el "Campeón" Hernández, el "Jefe" Tomás Boy o hasta que le pongan el apodo cariñoso de el "Ojitos" Meza.

Hay otros que no son tan encomiables, pero tampoco son ofensivos: el "Tuca" Ferreti, el "bigotón" Lavolpe o el "Pirata" Castro. También, podríamos incluir en este rubro al "Patrulla" Barbadillo, a Osvaldo Castro "El Pata Bendita" e incluso al "Pelusa" Maradona.

A algunos les distingue su procedencia, a veces cierta y a veces falsa, pero eso no importa mucho, como en el caso del "Turco" Antonio Mohamed, el "Cora" Raúl Isiordia, el "Ruso" Brailovsky y el "Vasco" Javier Aguirre.

Entre los apodos con nombres de animales destacan el "Cabrito" Jesús Arellano, el "Buitre" Butragueño, el "Halcón" Peña, el "Pájaro" Domizzi y el "Gallo" Jáuregui. También, están el "Gato" Núñez, la "Gata" Gastón Fernández, el "Potrillo" Avilán y el "Conejo" Pérez, sin olvidar a Jared Borguetti, conocido popularmente como el "Zorro del Desierto", al "Alacrán" Alfredo Jiménez ni al "Perro" Enrique Bermúdez, que si bien no es jugador, es un popularísimo y aparatoso cronista.

En la historia del futbol mexicano, recordamos a dos abuelos, Azuara y Cruz, así como a toda la dinastía de los Pichojos Pérez. El primer "Pichojos" Pérez era Tomás, quien murió en un accidente y le heredó el apodo a su primo Luis, quien se los legó a sus cuatro hijos: José Luis, Rodolfo, Carlos y Mario que jugaron con el Club Necaxa. Les decían Pichojos por lo rasgado de sus ojos.

Todo eso está bien, pero hay algunos jugadores que han tenido que acostumbrarse a que les digan "Piojo" como a Miguel Herrera, el "Bofo" Bautista o la "Tripa" Manuel Pérez. Otros apodos que no son fácilmente digeribles son los del "Cadáver" Valdés, el "Huesos" Montoya, el "Cuchillo" Herrera o el "Loco" Sebastián Abreu, quien comparte el mote de orate con el técnico Marcelo Bielsa.

Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es [email protected]

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

A un presidente libertino se le acusa de concupiscencia. ¿Qué es exactamente la concupiscencia?

RESPUESTA:

La concupiscencia es el apetito desordenado por placeres.

Ya nada más esta reflexión y nos vamos: Lo único malo de la inmortalidad es que hay que morirse para alcanzarla. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

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