El estudio concluyó que el consumo regular de este tipo de bebidas no provocaba un incremento en el apetito ni estimulaba el antojo de alimentos dulces. (INTERNET)
El uso de edulcorantes bajos en calorías no está asociado con un aumento en el apetito ni en el antojo de productos dulces, aseguró la doctora France Bellisle, catedrática de la Universidad de París y experta en conductas alimentarias.
"De hecho, en muchos casos, el consumo de estas bebidas se relaciona con un menor consumo de alimentos y bebidas dulces, con lo cual se facilitaría la pérdida de peso tanto en niños como adultos”, subraya.
Y es que, la especialista reunió la evidencia reciente sobre el verdadero efecto de los edulcorantes bajos en calorías para así determinar si, en efecto, estas sustancias afectaban negativamente el comportamiento alimentario de las personas.
Entre los análisis revisados por Bellisle sobresale el que llevó a cabo el Registro Nacional para el Control del Peso de Estados Unidos, a través del cual se observaron los hábitos de individuos que habían superado la obesidad y, cinco años después, aún conservaban su peso correcto.
Al estudiar la conducta de estas personas, los investigadores encontraron algunos rasgos que compartían entre sí: todos llevaban una dieta baja en grasas, hacían ejercicio y consumían bebidas endulzadas con edulcorantes bajos en calorías.
El estudio concluyó que el consumo regular de este tipo de bebidas no provocaba un incremento en el apetito ni estimulaba el antojo de alimentos dulces.
En otro estudio, llevado a cabo en el 2012 como parte del programa Choose Healthy Options Consciously Everyday (CHOICE), se pidió a 104 personas obesas que sólo tomaran bebidas endulzadas con edulcorantes bajos en calorías, mientras que un segundo grupo, de 106 individuos, sólo podía beber agua.
La intervención duró seis meses, al cabo de los cuales resultó que en el primer grupo, el consumo de postres y azúcares fue mucho más reducido que en el grupo que sólo bebió agua. En este caso, la conclusión fue que el consumo diario de bebidas con edulcorantes bajos en calorías ayudaba incluso a suprimir el antojo por lo dulce.
Finalmente, una tercera investigación mostró resultados similares. Tras reunir a 641 niños de peso normal, los expertos los dividieron en dos grupos. Los niños del primer grupo tomaban diariamente una bebida endulzada con edulcorantes bajos en calorías, mientras que los del segundo grupo una bebida endulzada con azúcar.
Durante el experimento se observó que los dos grupos mostraban el mismo nivel de saciedad y patrones alimenticios semejantes. No obstante, dieciocho meses después de iniciada la intervención, los expertos sí notaron que los niños del primero habían bajado de peso y tenían menos grasa corporal.
Tras haber analizado éstos y otros muchos estudios, Bellisle llegó a la conclusión de que el uso de edulcorantes bajos en calorías no está asociado con un aumento en el apetito ni en el antojo de productos dulces.
