Columnas la Laguna

METÁFORA CIUDADANA

ENCONO POR EL PODER

LUIS ALBERTO VÁZQUEZ ÁLVAREZ

Villanos mátente, Alfonso,

Villanos, que non hidalgos,

(…) con cuchillos cachicuernos,

No con puñales dorados;

Vengan cabalgando en burras,

Que no en mulas ni en caballos;

(…) sáquente el corazón vivo

Por el siniestro costado;

Si no dijeres la verdad

De lo que eres preguntando,

Si fuiste o consentiste

En la muerte de tu hermano.

Estos versos se refieren a un episodio de la leyenda del "Cantar del Mío Cid", cuando Rodrigo Díaz de Vivar obliga al rey Alfonso VI de León a jurar que no hubo fratricidio al rey Sancho II de Castilla estando de por medio el trono disputado por ambos hermanos. Aunque este hecho no está probado históricamente, si nos deja un ejemplo de que la lucha por el poder entraña, incluso, el asesinato entre hermanos; algo muy común en la política. La existencia de un paladín, en este caso el Cid Campeador, que se convertía en representante de los derechos de los castellanos, al tiempo que pasaba a ser adalid de la verdad, de la justicia y del bien común, no es frecuente en estos casos, los cuales, la mayor parte de las veces, pasan desapercibidos por el común de los ciudadanos.

El propio Carlomagno, figura insigne de la cristiandad en la Edad Media y el principal promotor del poderío papal, fue también, acusado en su momento, de haber asesinado a su hermano Carlomán I, para hacerse con todo el reino heredado de Pipino, padre de ambos.

En otras situaciones los "herederos" se enfrentan entre sí, no con sus propias armas personales, sino llevando el reino o la nación a una guerra civil como sucedió con Octavio y Marco Antonio, herederos de Julio César, a fines del siglo I antes de Cristo; o "La Guerra de las Dos Rosas" que enfrentó a los miembros y partidarios de la Casa de Lancaster contra los nobles de la Casa de York, en el siglo XV cuando ambas familias pretendían el trono de la Gran Bretaña.

Pero pasando a México, en 1909, cuando se creía que Don Porfirio Díaz dejaría el poder, o al menos, ya no culminaría el siguiente sexenio, dos grandes amigos, terminaron convertidos en enemigos acérrimos con mortal odio encarnado: Ramón Corral, exgobernador de Sonora y Bernardo Reyes, exgobernador de Nuevo León, ambos hijos predilectos del viejo dictador que si bien no terminaron en muerte o guerra, si se dividieron en partidos contrarios. Historia que se repitió en 1927, cuando antiguos revolucionarios que aspiraban a la presidencia de México, herederos de Álvaro Obregón, se atrevieron a buscar la máxima magistratura del país y terminaron ambos asesinados por órdenes de Calles: sus nombres Francisco Serrano y Arnulfo R. Gómez.

Más recientemente, el asesinato de Luis Donaldo Colosio, se ubican precisamente en una lucha por el poder: Candidato ya nombrado por el PRI a la presidencia de la república, y, como todos sabemos, asesinado a poco menos de cuatro meses de una elección, que en su momento se antojaba ya resuelta a su favor.

Pero esta lucha no es exclusiva de los partidos en el poder, los demás institutos políticos también juegan sus cartas marcadas por la obtención de la supremacía decisoria, por ejemplo, en nuestra región es claro el choque de los panistas entre sí que entraña artimañas, incluso contra su propio partido, a fin de no dejar que su enemigo ascienda, como pasó en Torreón en las pasadas elecciones legislativas. A nivel nacional los partidos de la llamada "izquierda"; traen también sus luchitas cerradas, el candidato López Obrador, que salió del PRI para llegar a un puesto de elección por el PRD, cuando éste ya no le concedió todo el poder, formó su propio partido y ahora se ha enemistado con sus dos antiguos organismos protectores. Otros resentidos, en nuestra comunidad inmediata, cuando no lograron el puesto que ambicionaban porque el partido donde habían jugado prefirió a otro, se acomodaron en otro instituto político y desde ahí siguen medrando al erario público. Otros siempre rencorosos, se suman a organizaciones de la sociedad civil, critican a su "Páter político", y espera la revancha y hasta venganza de sus antiguos correligionarios.

Demostrado está científica y sociológicamente que cuando personas de bajo perfil humano, con poca preparación y niveles de moral muy laxos, llegan a ocupar un cargo de poder, se vuelven torvos, irascibles, intolerantes y creen tener la razón solamente ellos; abusan de todos, incluyendo gente de cierto nivel y en especial, a quienes tienen una posición desprotegida. Por ello encontramos que la lucha por el poder lleva a los más amorales a buscar destruir a sus contrincantes, presentes o futuros. Cuanto mayor es el poder que se ejerce mayor la posibilidad de abusar. Es también ampliamente conocido que "el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente" y eso lo vemos en entidades políticas que no tienen órganos de contrapeso como un congreso, o que si lo tienen, éste es sólo un aparato demagógico, perfectamente comprado, sobornado y al servicio del ejecutivo.

En Coahuila acaba de presentarse un típico caso de lucha por el poder, por el control absoluto de éste, acompañado de una farsa de ley: Apoyada por un congreso cortesano, se prohibieron las corridas de toros en la entidad. Dicha condena tiene manchas políticas, se utiliza como arma contra un enemigo específico que busca ocupar ese cargo en las próximas elecciones.

Esta decisión, que podría yo aplaudir en otro contexto, ya que si bien me gusta la llamada "Fiesta brava", estoy en contra de la cruel matanza de dichos animales, y por mi admiración a las civilizaciones antiguas, me extasió con los minoicos, quienes adoraban a los toros y jugaban con ellos sin poner en peligro ni vidas ni fortunas. Pues bien, esta decisión ejecutiva/legislativa, vuelve a poner al estado en crisis económica, ya se anuncian en Durango corridas de toros y muchos torreonenses acudirán a ellas. Recordamos la muy fallida promesa de campaña, según la cual se eliminaría la tenencia vehicular y al no hacerla, muchas personas fueron a obtenerlas en aquel estado, dejando vacías las arcas coahuilenses, como prueba: Al estar detenidos en un semáforo de Torreón, observen el número de vehículos con placas de Durango, la gran mayoría, otros con placas ilegales y sólo unos cuantos con placas de Coahuila.

"En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad humana, ninguna tiranía puede dominarle" Mahatma Gandhi

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