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DON MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA PADRE DE LA PATRIA (GANADERO Y CRIADOR) FÉLIX MARÍA CALLEJA Y IGNACIO ALLENDE FUERON GRANDES AFICIONADOS A LAS CORRIDAS DE TOROS. La fiesta brava genera fuentes de empleo. Los primeros toros bravos en tierras mexicanas llegaron en 1527 años después de consumada la conquista de Tenochtitlán. Como manifestación artística existen innumerables ejemplos de poetas, escritores y filósofos a quienes la tauromaquia ha inspirado: Miguel de Cervantes Saavedra, Federico García Lorca, Vicente Blasco Ibáñez, Camilo José Cela, Tirso de Molina, Miguel Hernández,

Antonio Machado, Francisco Quevedo, Juan Ruiz de Alarcón, Orson Welles, Ernest Hemingway, Ortega y Gasset, Miguel de Unamuno, Calderón de La Barca, Benito Pérez Galdós, Gabriel García Márquez, Octavio Paz, Juan Rulfo, Mario Vargas Llosa,Pablo Neruda en la pintura como Francisco de Goya, Salvador Dalí y Botero en la música desde la ópera Carmen, de Bizet, hasta algo popular como Granada y Silverio Pérez, de Agustín Lara. La tauromaquia fiesta brava se traduce también en contribuciones directas e indirectas al fisco Obras públicas, empleados públicos, beneficencia, entradas de divisas extranjeras del turismo. Exportación, la industria hotelera las plazas de toros requieren servicios de banda de música, abogados, notarios, carnicerías, taquilleros, madera, aserrín, pintores, carpinteros, albañiles, electricistas, materiales, arquitectos, servicios bancarios, enfermería, médicos de plaza y veterinarios.

En cuanto a los matadores de toros se involucran el apoderado, fotógrafos, floristas, medios, mozos, hospitales, sastres.

El toro bravo en el campo es un animal mimado durante cuatro años, que come bien y no tiene ningún contacto con el hombre que lo altere pues en su naturaleza está atacar acometer. contrario a lo que señalan los detractores de la fiesta que argumentan que el toro de lidia no ataca por instinto sino para defenderse.

En cada corrida se rinde culto al toro que no tendría razón de ser sin la fiesta brava ni siquiera como semental porque al no haber corridas no sería necesaria la producción de toros bravos pues no dan leche ni sirven para el consumo aunque su carne sea buena y demandada pues es pequeño y sin la tauromaquia su único destino podría ser los zoológicos. Se cumplen casi cinco siglos de la fiesta taurina en México siendo las plazas mexicanas de las más importantes y valoradas en el mundo por toreros de todas las nacionalidades. Razón para Defender la Fiesta Brava si un día la fiesta de los toros muere por sí misma será porque ya no desata ninguna pasión.

Hasta ese momento lo prudente es dejar a los unos y a los otros su pasión y hacer prevalecer el principio de la libertad. Respetuosamente. Alberto Lara Noriega. Coahuilense nacido y criado en Torreón.

Alberto Lara Noriega

Ciudadano de Torreón

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