Hay casos difíciles de resolver, como el múltiple homicidio ocurrido en la orgullosa ciudad que el varón de Humboldt llamó de los palacios hace unas semanas en las calles de Luz Saviñón de la colonia Narvarte en el edificio marcado con el número 1909 donde perecieron un periodista y cuatro mujeres en y por circunstancias desconocidas, hasta ahora se sabe, en un episodio violento.
Las víctimas presentaban una herida producida por el disparo de una arma de fuego en la cabeza. Estaban maniatadas con cinta adhesiva y presumiblemente huellas de tortura. El periodista era colaborador, entre otros medios, como periodista gráfico, de la revista semanaria Proceso.
El hombre se encargaba de cubrir temas sociales en Veracruz de donde salió para irse a radicar al Distrito Federal. Amenazas y actos de hostigamiento lo obligaron a tomar las de Villadiego, indicando que huyó para radicar en el Distrito Federal por intimidaciones y sentido común.
El gobernador de la entidad veracruzana lamentó lo sucedido y llamó a los hechos aberrantes manifestando su plena confianza en que las autoridades de la procuraduría del Distrito Federal habrían de esclarecer el caso con prontitud, permaneciendo callado por lo que a los hechos sangrientos se refiere acaecidos en las calles de Luz Saviñón de la colonia Narvarte. pues ocurrieron en otra jurisdicción.
Que se sepa hasta ahora un pesado velo cubre el asunto ya que al parecer está involucrado en el evento un alto personaje de la vida pública que al parecer según sabemos no tiene vela en el entierro.
De lo único que hasta ahora puede decirse es que el periodista señala al citado mandatario como responsable de lo que pudiera ocurrirle. En un artículo aparecido el pasado 15 de agosto en La Jornada, página 28, atribuido como autor a Bernardo Bátiz, éste escribe en el párrafo cuarto, …Sirvió un video que ha circulado mucho en el cual se ve al personaje, con cara dura y falso paternalismo advirtiendo a los periodistas de su entidad que se porten bien, que sabe quiénes de ellos andan en malas compañías."
A mi manera de ver las cosas, no es suficiente para involucrar al gobernador veracruzano, que no es santo de mi devoción y sin embargo no lo veo sea suficiente que haya dicho lo que se dice dijo a los reporteros de la fuente que se porten bien.
Sea lo que sea intervino el gobierno del Distrito Federal para interrogar al ejecutivo estatal veracruzano quien puede desahogar la prueba por escrito. Total que el gobernador no debe molestarse en salir de su despacho para responder los reclamos que quiera hacerle el ministerio público.
