Los Diablos fueron los mejores con 76 victorias y Súper Líderes pero perdieron el primer play off en siete juegos para ser eliminados y a fin de cuentas Roberto Mansur tuvo razón cuando después de las dos primeras victorias me dijo que había que ganar un juego por lo menos en Tijuana y no pudieron ganar un solo encuentro para así terminar perdiendo un séptimo juego de grandes emociones en que los Rojos tuvieron todo para empatar en la octava entrada pero se quedaron cortos y cayeron 7-6.
Cavilando antes de dormir en la víspera del séptimo juego llegué a pensar que sería muy aventurado abrir con un pitcher derecho como David Reyes que había sido apaleado con cinco carreras en la primera entrada en su última salida en Tijuana y que posiblemente la solución podría ser abrir con Arturo López con tres días de descanso.
Tijuana tiene demasiados bateadores zurdos y para Reyes sería atravesar una playa llena de tiburones pero era el que tenía sus días de descanso. Además los Toros iban a abrir con su estrella, Enright que comenzó fuerte los primeros innings. El resultado fue casi el mismo que en la salida anterior y aceptó David Reyes dos carreras en el primero con jonrón de un zurdo y ya en la tercera tenía la casa llena cuando Miguel Ojeda llamó a Arturo López, pero sobre el primer lanzamiento Luis Mauricio Suárez dio jonrón de cuarto repleto para que Toros tomara una ventaja de 7-1.
Sin embargo había muchas esperanzas en las gradas de que los Diablos vinieran de atrás ya que lo han hecho infinidad de veces en sus 75 años.
Llegaron los jonrones de los Diablos pero todos fueron solitarios. Jesús Fabela le dio dos cuadrangulares a Enright cuando el americano estaba dominando a todos los demás. Luego vinieron dos jonrones de Iván Terrazas, el segundo impresionante ya que le trajeron al zurdo Dennis Reyes y la botó por el central. También Japhet Amador dio finalmente su primero.
Cuando los Rojos se acercaron 5-7 en la sexta todos estábamos seguros que los Diablos iban a venir de atrás.
Y el octavo fue el inning que estaba pintado de rojo, que fue cuando Terrazas dio su segundo jonrón, cuarto en la serie, y acercó 6-7 a los Diablos.
Japhet Amador siguió con doblete sin outs y con toque de bola de Emanuel Ávila estaba en tercera con un solo out la posible carrera del empate. Se habían levantado del 7-1 para acariciar estar el empate.
Pero entonces alguien cambió el script que han usado los Rojos tantas décadas. Llamaron a Mario Mendoza Junior al relevo y Ramón Urías, que tenía en su bat el empate falló con un rodado inútil y Juan Carlos Gamboa, el Super Héroe de hace un año, dio elevado al jardín.
Si hubiera bateado Gamboa antes que Urías, habrían empatado el juego pero los managers no suelen poner a dos zurdos seguidos. En la novena los Rojos se fueron en orden y nos quedamos sin beisbol hasta abril del año que viene, que luce como toda una eternidad. Sin duda uno de los días más tristes en la historia de los Diablos Rojos.
