Hoy en día, en este entrañable Coahuila, las pulgas brincan como nunca antes, con una alegría por haber conseguido la protección plena a sus derechos animales, sonríen y disfrutan de una libertad que nunca antes había tenido o conocido, al menos desde que el pie del hombre postró sus reales en esta tercera porción de roca y agua que gira en torno al Sol. Las pulgas se han visto beneficiadas a no ser usadas en circos en los cuales su "dignidad" se violentaba día a día, función tras función, pues ocurre que en Coahuila, el Gobierno sabio y docto ha decidido prohibir los animales en el circo… aunque quizá no de todos los circos, pues todavía hay algunos circos disfrazados de congreso y cosas por el estilo donde hay uno que otro perdido.
Así, pulgas, leones, elefantes, osos, perros, caballos, cebras, hipopótamos, jirafas, delfines, guacamayas, tigres, chimpancés y una lista larga de especies de animales, tienen hoy la protección del Gobierno del Estado de Coahuila, pueden pasar por el estado en los circos, pueden incluso ser exhibidos por éstos, más no pueden realizar trabajos, pues ello es "contranatura", es una aberración y abuso de poder por el homo sapiens que ha creído ser el merecedor de todo aquello que la naturaleza ha hecho… Hoy, los perros callejeros son intocables, son seres dignos del mejor de los tratos, de la solidaridad y subsidiaridad del Estado completo, con derechos que les son otorgados ahora por la Ley, las mascotas son defendidas, serpientes, gatos, tarántulas, lémures, puercoespines, pericos, hámster y otra lista más de especies plenas en derechos. Y la verdad que bien por un estado que se preocupa por garantizar y crear leyes en beneficio de todos quienes lo habitamos…
Incluso ahora mismo, recién unos pocos días, las corridas de toros están prohibidas, uno de los circos más grotescos e infames que demuestran la brutalidad del hombre, acciones que carcomen el espíritu e indignan a nuestro flamante Gobernador y a su Congreso siempre presto a apoyar la "más menor" de las ocurrencias y caprichos que tenga a bien ocurrírsele. Sin duda, la fiesta de los toros es una actividad bizarra, como lo son algunas de las acciones que se llevan a cabo en las charreadas, en los rodeos o en las tradicionales peleas de gallos y muchas más que pueden venir a la mente. Bien por los "haceres" de un Gobierno preocupado, si, preocupado que no ocupado en resolver los temas apremiantes que hoy demanda el pueblo de Coahuila, y digo preocupado pues se ve en la necesidad de crear distractores a la sociedad para que ésta se envuelva en debates en torno a si los animales tienen o no derechos y que no piensen en los otros problemas.
Qué bueno que luchamos por los derechos de los animales, pero estas acciones me generan muchas interrogantes… ¿cuándo se tendrá una respuesta clara y precisa de lo ocurrido en Allende, Coahuila?, ¿en qué momento se resolverá el drama de las familias que vieron roto su futuro por la desaparición de sus seres queridos?, ¿dónde está la decisión y el esfuerzo por saber y encontrar a los miles, cientos o el número que fuere de coahuilenses que hoy faltan en casa?
Los animales tienen derechos, sí. ¿Y nosotros? ¿Cuándo el Señor Gobernador hará que sus esbirros del Congreso asuman su papel e investiguen una deuda que crece y crece y crece y sigue creciendo sin ningún culpable? ¿Cómo es posible que se puedan perder expedientes que comprometen a generaciones de coahuilenses y no pase nada? Sería importante que un buen día, sin necesidad de viajar a Utopía, los funcionarios públicos decidieran funcionar, hacer por una vez aquello para lo cual han sido electos, servir. Que vivan un día de servicio, un día en que vean a esos otros que los votamos, que les hicimos la encomienda por hacer un mejor futuro, uno donde todos quepamos.
Donde las promesas se cumplan, donde si un día se nos ocurre prometer el no cobro de la tenencia, por ejemplo, lo dicho sea honrado por nuestro hacer, sea consigna que ha de tornarse realidad. Donde no estemos preocupados, pensando en quien hemos de dejar tras nosotros para que nos cuide los pasos y limpie lo hecho o lo siga enlodando tanto que se pierda la madeja en un nudo gordiano sin solución.
Hay una gran cantidad de pendientes en éste mi Coahuila que si se enlistaran parecería una carta de buena voluntad… y eso es lo que falta a quienes gobiernan; pero ojo, no hay que olvidar que somos nosotros quienes, por acción u omisión, los ponemos ahí y hemos de ser nosotros quienes han de exigir resultados y rendición de cuentas; no tolerar declaraciones en las que se exalten los beneficios de una devaluación incontrolada como algunas voces hoy nos quieren convencer, que han de pensar que en cualquier momento se puede aplicar la de Salinas, que quitando unos ceros más al peso todo resuelto.
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