Un cambio. Además de dejar el mural 'El dinero no lo es todo', en el Cerro de la Cruz, el artista lagunero Efraín Gaytán logró reunir a un grupo de niños de la colonia en torno a su proyecto.
En pleno corazón de la colonia Cerro de la Cruz, donde no hace mucho la violencia obligaba a sus habitantes a cerrar puertas y ventanas, hoy, un grupo de niños apuesta por el arte. Traducen sus inquietudes en formas y colores, se arman de brochas y aerosoles para mostrar otra realidad, una en la que los protagonistas son ellos.
Con el proyecto "Guía del derecho común de los niños", el joven artista lagunero Efraín Gaytán Peña, obtuvo la beca del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) 2015 del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la Secretaría de Cultura de Coahuila.
Para Efraín, el Cerro de la Cruz es una colonia familiar. La primera vez que llegó ahí a trabajar con los niños y vecinos de la colonia, fue hace más de un año, con el proyecto de la asociación civil Circo Volador, donde impartió varios talleres de dibujo y historia del grafiti mural.
"Tuvimos varias experiencias muy grandes, por ejemplo fuimos con los niños al Museo Arocena, ahí les realizaron una visita guiada, para todos era la primera vez que visitaban el museo, eso creó vínculos fuertes entre el trabajo que realizaba con los niños".
Cuando se terminó ese proyecto, Gaytán Peña continuó asistiendo a la colonia, llevaba películas que proyectaba en la casa de algún vecino o en un espacio abierto, organizó una visita al Planetarium Torreón e invitó a otros amigos artistas a trabajar con ellos.
Desde el año pasado el artista lagunero había visto una casa abandonada en la colonia. Un inmueble de tres pisos totalmente deteriorado y sobre el cual se han tejido muchas leyendas por parte de los vecinos, espacio que en épocas de la violencia extrema, se había convertido en un foco rojo en el sector.
"En el cerro esta casa tiene su historia. Algunos vecinos nos contaban que ahí vivió el párroco de la iglesia del barrio. Otras vecinas nos decían que tiene 50 años sola, que el padre se fue porque tenía familia y tuvo que irse, y por eso tomamos como símbolo, pintar el mural en un espacio que necesita ser rescatado".
Bajo el título "El dinero no lo es todo", escogido por la propia comunidad, Efraín Gaytán logró reunir más de 15 niños del Cerro de la Cruz, de entre 8 y 16 años de edad, para transformar una barda vieja, en un mural hiperrealista, de unos once metros de alto por siete de ancho, donde un niño testifica que en el cerro la vida también tiene color.
"Primero entre todos definimos el tema, que tenía que ver con los derechos del niño, de ahí salió la metáfora, luego escogimos a un niño como modelo, 'El Fifty', le tomamos una foto y luego realizamos el dibujo. Entre todos trazamos, difuminaban, fue como una clínica de grafiti en vivo".
Vecinos llevando tortillas, frijoles, agua, marcaron una jornada de un mes de trabajo, con anécdotas como que los propios vecinos eran capaces de bajar más de seis cuadras sólo para ver cómo se iba viendo de lejos.
Aun cuando en un inicio las policías municipales y estatales empezaron a ver a los niños reunidos en la casa abandonadas, subieron a las revisiones de rutina, fueron esas mismas autoridades quienes felicitaban al grupo conforme avanzaba el mural, se quedaban un rato viendo y preguntaban al artista sobre la obra.
Sin embargo en la última semana de trabajo, el ejército subió en varias ocasiones y a pesar de ver la obra ya casi terminada, realizó rigurosas revisiones a los jóvenes, las mismas que calificó como de "rutina".
"En algunas ocasiones los soldados llegaron, nos requisaban a todos, les hacían quitar a los niños hasta los zapatos y los calcetines, y se veían muy agresivos, lo bueno fue que ninguno se desmotivó, y todos entendieron que el arte estaba por encima de esas cosas".
EL IMPACTO
El mural, incluso llama la atención desde que los transeúntes vienes de Gómez Palacio a Torreón. Los niños creen que la colonia tiene otra cara, se preguntan cuál sigue, y ahora hablan de la pintura como un oficio, en parte gracias a la labor previa que han realizado otros artistas como Eduardo "Guayo" Valenzuela.
"Para nosotros es como una imagen que nos da alegría, cuando vienes subiendo a la colonia después de trabajar y te recibe la mirada de ese niño gigante", dice una de las vecinas. "Ver a los niños pintando algo bonito y no leyendas, es algo que nos cambió la forma de ver el grafiti", es otro de los testimonios que se escuchan en la colonia.
"Está padre hacer un mural en una barda bien cuidada, donde a lo mejor no durará mucho, pero mostrar como el arte puede cambiar el aspecto de algo en ruinas, es una alegoría a la vida misma", comentó el propio Efraín Gaytán, acerca del trabajo que realiza.
EFRAÍN GAYTÁN PEÑA
Un proyecto vivo
El proyecto de los murales del joven artista lagunero, ha tenido tanto eco que incluso logró que en el caso del Cerro de la Cruz, se sumara Simas Torreón, institución que apoyó con los andamios para el trazo de la obra, al igual que Don Alfonso López Vargas, quien contribuyó para materiales, al igual que la Ferretería Topo Chico.
En la colonia Zaragoza Sur, Gaytán Peña terminó otro mural, de unos ciento diez metros cuadrados, donde trabajaron además de niños de la colonia Zaragoza, del Cerro de la Cruz. "En esa obra invité al escultor Roberto González, aunque no tuvimos apoyo, logramos reunir la pintura necesaria, todos los materiales, para hacer un homenaje a Van Gogh, en torno a los niños que trabajan".
El proyecto
Es parte de la beca del PECDA 2015, de Conaculta y la Secretaría de Cultura de Coahuila:
⇒ El proyecto se llama "Guía del derecho común de los niños".
⇒ Contempla diez murales en diferentes partes de la ciudad.
⇒ En cada uno el artista invitará a otro creador lagunero.
⇒ El trabajo se realiza con la comunidad de la colonia.