La receta original ha sido complementada. (INTERNET)
Pese a lo que pudiera pensarse, ni fue inventada por un originario de un país tropical ni su obtención implicó atravesar un largo camino, sino que todo fue parte de la genialidad para salir avante de las adversidades y un toque de buena suerte.
Se trata de la Piña Colada, una bebida cuyo creador es Ricardo Gracia, un español nacido en Barcelona en 1914.
Durante años, Ricardo fue dueño de dos importantes restaurantes en la Ciudad Condal, en los que incluso tuvo como clientes a Salvador Dalí y a Pablo Picasso.
En 1951, decidió deshacerse de sus negocios y empezar a trabajar como bar manager del Hilton Castellana en Madrid.
Tan sólo tres años después, enfrentó varias complicaciones que, sin creerlo, lo llevarían a descubrir la bebida que le daría tanta fama.
Y es que según cuenta la historia, al ingresar al sitio, se recibía a los clientes con un cóctel llamado Coco Loco, servido precisamente dentro de cocos.
Cierto día, los recolectores fueron a huelga, lo que obligó a Ricardo a cambiar los cocos por piñas sin siquiera prever que esa mezcla de piña, coco, ron y hielo tendría un éxito sin igual.