La vida de Oswaldo Arreola 'el Moreno', gira en torno a los toros, de donde también obtiene el sustento diario que requiere su familia.
Un golpe más que duro, casi letal, le atestó el Congreso del Estado de Coahuila a los taurinos que radican en esta entidad, con la prohibición de las corridas de toros que entrará en vigor el próximo martes. Desde los empresarios que organizan las corridas, los matadores y picadores, hasta el más humilde de los trabajadores de las distintas plazas de toros, quienes tienen a la fiesta brava como su único sustento, todos hoy día están con una depresión visible.
SE TENDRÁ QUE MUDAR
Uno de ellos es Oswaldo Arreola, lagunero trabajador de toda la vida en el espectáculo taurino. Mejor conocido como "Moreno", su mundo gira alrededor de la fiesta, con una rutina diaria que va desde embarcar toros, fabricar banderillas, regar los ruedos, descargar los toros, ubicarlos en los corrales y finalmente sacarlos al ruedo para enfrentar su destino: verse de frente al matador, rejoneador o novillero. Pero afuera de la plaza, "el Moreno" tiene que mantener a sus dos hijos, y hoy con la prohibición en Coahuila, la fuente de sustento para su familia ha desaparecido.
La velocidad con la que se ha manejado esta prohibición no le ha dado tiempo a Oswaldo de tomar precauciones, por lo que vislumbra una salida radical y desesperada: "estoy viendo que probablemente me voy a ir a vivir a Aguascalientes, porque aquí ya no hay trabajo para mí. Yo tengo que mantener a mis hijos, y el toro es lo que a nosotros nos da de comer. En Coahuila ya no hay toros, entonces tampoco hay manera en la que yo pueda vivir haciendo lo que sé hacer y lo que ha sido mi vida durante muchos años", confesó.
Sentado en lo alto de los corrales del Coliseo Centenario, al "Moreno" se le refleja la pesadumbre en su rostro, y lamenta profundamente la determinación tomada el viernes pasado en el congreso del estado: "muchos taurinos estamos decepcionados por lo que hicieron estas personas (los legisladores) que no saben que muchas familias viven de esto, y ahora ya les quitaron su fuente de trabajo. Aparte le van a pegar a muchas empresas que ya no van a vender alimento, a las veterinarias, ya no se va a vender madera, pintura, entre otras muchas cosas que rodean la fiesta de los toros", vislumbró.
Arreola es un taurino enterado, y considera que esa información de la tradición de la tauromaquia existente en La Laguna es la que hace falta para que la población tome conciencia del valor de la fiesta brava: "tengo unas fotos desde que se fundó Torreón, y se ven tres plazas de toros de madera ahí por la Alianza. Hice cuentas de que la plaza de la colonia Moderna es la número 6 que ha existido en Torreón, y el Coliseo es la número 7. Necesitamos darle a conocer a la gente esa historia, como se hace en Aguascalientes, en Texcoco, y que tengan esa cultura, porque es bien bonita", finalizó.
