Juventud. Los jóvenes en el país tienen buenas expectativas hacia el futuro, aunque consideran que el contexto al que enfrentan no es el más adecuado y sí uno muy complejo.
El joven de México se siente bien con respecto a su físico y sus bienes materiales, no confía en la policía y está más preocupado por crecer como empleado que en poner su propio negocio.
Estos son datos extraídos del Ecopred, donde por primera vez, el Inegi levantó información para conocer de manera integral los elementos y dinámicas que influyen en la formación y socialización de los jóvenes mexicanos en zonas urbanas.
Aplicada a más de 40 mil personas, cuya edad osciló entre los 12 y 29 años, el Inegi descubrió que el 71.6 por ciento de los jóvenes cuenta con amigos involucrados en al menos un factor de riesgo y que de ellos, 61.6 por ciento manifiesta que sus amigos han tenido problemas en sus casas.
Pero a la par, casi el 94 por ciento de los encuestados está satisfecho con sus oportunidades de ser feliz y con la relación con su familia.
Los índices de satisfacción relacionados con la salud son los más elevados, puesto que alcanzan casi el 95 por ciento.
Pero en general la percepción de bienestar es elevada. Los jóvenes mexicanos también se consideraron satisfechos en cuanto a la relación con sus padres, bienes materiales, vivienda, desempeño escolar o laboral y el espacio escolar o de trabajo; en todos estos casos los niveles fueron superiores al 90 por ciento.
Al tocar el tema del dinero, casi 8 de 10 lo juzgó positivamente y lo mismo ocurrió al calificar su colonia o barrio, en donde el 77.3 de los jóvenes refirieron estar contentos.
Por otro lado, un joven mexicano tiene tres veces más posibilidades de sentir admiración por un familiar, amigo, novio o pareja que por una figura pública y setenta veces más posibilidades sobre una figura religiosa.
Al exponer las razones detrás de dicha admiración, la mayoría de los jóvenes hablan de que dicha persona supo "salir adelante", mientras que sólo el 8 por ciento alega admirarla "por los bienes, afecto o tiempo que le da".
A nivel personal, la principal expectativa es crecer en el trabajo o profesión, seguida por tener ahorros, vivir seguro en su colonia, barrio y hogar y tener dinero suficiente para cumplir gustos y divertirse.
En quinto lugar viene el casarse y tener hijos; en sexto el anhelo de su propia casa o departamento y finalmente la expectativa de tener su propio negocio o trabajar por su cuenta.
Como contraste, mientras que sólo el 47.3 por ciento de los encuestados mencionaron el negocio propio como proyección personal, 72.5 por ciento hablaron de crecer en el trabajo.
El orden de estos anhelos se trastocó cuando las preguntas se dirigieron a los jefes del hogar, donde el 76.7 por ciento de los jefes de hogar con hijos de 12 a 29 años privilegiaron sobre todo tener su propia casa o departamento.
La Ecopred estimó además que casi la totalidad de los jóvenes ocupan su tiempo libre escuchando música, mientras que 9 de cada 10 ayuda en las tareas del hogar o negocio.
Este segmento poblacional dedica más tiempo a navegar en Internet que a ver televisión, pero ve más televisión de lo que sale con amigos, va a fiestas o pasea con "el novio/la novia".
ABANDONAN ESTUDIOS
Casi la mitad de los jóvenes de 12 a 29 años que abandonaron sus estudios lo hicieron por problemas económicos, según el INEGI.
En su Encuesta de Cohesión Social para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia (Ecopred), respondida por 40 mil 366 jóvenes en 2014, el INEGI encontró que el 41.4 por ciento de los que abandonaron sus estudios lo hizo por la necesidad de trabajo, por no contar con colegiaturas, o bien, por la falta de dinero para los gastos escolares.
Poco más del 20 por ciento de quienes dejaron la escuela manifestó que no les gustaba ni les interesaba estudiar, no servía de nada, o bien, fueron expulsados.
Luego, uno de cada diez lo dejó por falta de aptitud y 8.7 por ciento por problemas de salud o embarazo, de acuerdo al instrumento.
En la contraparte, el 55.8 por ciento de los jóvenes dijeron que su principal argumento para continuar sus estudios era por el "gusto de asistir a la escuela", mientras que el 38.5 citaron como argumento el "tener trabajo" y sólo el 3.5 indicó que permanecía en la escuela porque deseaba aprender cosas nuevas.
Al abordar el tema del trabajo, siete de cada 10 jóvenes puso el estudio como la razón por la cual no trabajaban.
POR CIENTO
de los jóvenes es feliz con su familia.
