¿Demasiados mexicanos?
Ni siquiera a Donald Trump le he escuchado decir eso. No obstante, me sorprendió mucho leerlo de un autor mexicano en la revista Siglo Nuevo (pág. 41, 1/08/2015). Yo soy mexicano y por ende soy parte de los que él llama “demasiados”, por eso pido a este diario el derecho de réplica a éstos comentarios que el Sr. Christian S. Valenzuela escribió acerca de los mexicanos: “Somos más de cien millones de personas en este país, demasiados”, “Ya estando en éstas de reducir el número de gente...”
Sr. Valenzuela, usted habla de “reducir el número de gente”, ¿se cuenta usted dentro de la “gente”, o se considera usted por encima de la “gente” que pretende “reducir”? Usted dice “somos demasiados”, por lo que supongo que usted se estaría contando dentro de los que pretende reducir, y si así fuere, yo le diría que no lo haga, pues su vida es muy valiosa. Mi fe, el Cristianismo (al que usted culpa de ese grandísimo problemón que usted quiere “reducir”), me enseñó que debo amar a mi prójimo, y amarlo es luchar por su vida, pero también implica decirle las cosas con franqueza. No sé si usted sea de preferencias homosexuales, por su artículo supongo que es activista del lobby gay y del lobby abortista, y quiero preguntarle ¿acaso quiere usted un México en donde no se les respete a los futuros LBGT su derecho a nacer? Yo creo que a todos ellos(as) se les debe respetar su derecho a la vida, a venir al mundo. ¿Demasiados mexicanos? Vea esta información demográfica comparativa entre México y Japón: México, 119 millones de habitantes y 2 millones de kilómetros cuadrados de territorio; Japón, 128 millones de habitantes y 374 mil k2 de territorio. Es decir, Japón tiene 5.75 veces más población que México (en proporción a su extensión territorial). Japón tiene mucho menos recursos naturales que México, y su habitantes tienen un nivel económico muy superior al de México. Eso mi estimado Christian, significa que aquí en México tenemos suficiente lugar para muchos mexicanos y mexicanitas más. En México no sobra ningún mexicano (ni sobrará jamás), lo que sobra es la corrupción gubernamental y quizá también mediática. Curiosamente, los gobiernos opacos y supercorruptos son los que andan impulsando la ideología abortista-gay, y el mejor ejemplo es el de Coahuila, donde el gobierno endeudó al pueblo por varias generaciones mientras a los exfuncionarios les salen cada vez más propiedades aquí y en el extranjero. Los últimos gobiernos de Coahuila han repartido condones a adolescentes cual si fueran dulces, el resultado, un incremento en embarazos precoces y enfermedades venéreas. Una pregunta al lector: ¿de todos los productos que han comprado en sus vidas, les han salido algunos con defecto? Pues esa es la probabilidad de que un condón les falle.
Mi estimado Christian, afortunadamente en México aún existe el derecho universal a la libertad de expresión, que te permite a ti decir lo que dijiste de los mexicanos en tu artículo, pero también me permite a mí o a cualquier ciudadano mexicano decirte que no estamos de acuerdo contigo, y de pasada decirle a Peña que desaprobamos su gobierno y sus “casas blancas”.
Finalmente, tu dices que lo tuyo es el “amor”, pero también dices que te urge legalizar el aborto y reducir gente!, y pues yo solo podría decirte que si alguna vez llegas a procrear un bebé (para lo cual necesitarás de una verdadera mujer, ya que la vida no se procrea con 2 espermas), si no lo deseas y piensas eliminarlo antes que nazca, no lo odies, intenta amarlo aunque sea un poco, lo suficiente como para dejarle nacer (abrazar a su mamá y a su papá) y en su caso ser adoptado en una familia que lo ame. Dios te bendiga mi estimado Christian.
Antonio Gerardo Arias Galán
Ciudadano de Torreón
