El 20 de agosto de 2011 se vivió el hecho más vergonzoso que se ha dado en la historia del futbol mexicano. El día que la violencia en México alcanzó al deporte.
Corría el minuto 39 del partido entre Santos Laguna y Monarcas, en el Territorio Santos Modelo, cuando lo 'martillazos' de armas de fuego detuvieron las acciones y pusieron a jugadores, directivos, vendedores y aficionados 'pecho tierra'.
A las afueras del Estadio Corona se había dado una balacera, cuando hombres armados dispararon contra la policía en un ataque que provocó pánico en La Laguna.
El sonido de las balas se mantuvo por casi cinco minutos, con un estadio llenó de aficionados tirados en el piso por su seguridad, y los jugadores buscando refugio en los túneles o detrás de las bancas.
Cuando el silencio se apoderó del Corona, los aficionados se pusieron de pie y comenzaron a correr, ingresaron al campo y buscaron resguardo en el túnel que va hacia los vestidores.
Minutos después se pidió a los asistentes que volvieran a su lugar. El capitán Oswaldo Sánchez acompañó al presidente Alejandro Irarragorri, que tomó el micrófono y agradeció a la gente el comportamiento ante la crisis de seguridad y se informó que el partido sería suspendido.
El hecho sin precedentes provocó que la Federación Mexicana de Futbol creara un manual denominado 'Estadio Seguro', donde se incluyeron medidas y normas para garantizar la seguridad de la afición dentro de los estadios.
El violento evento no dejó aficionados lesionados en el estadio, pero sin duda ha sido uno de los hechos más tristes que se han vivido en el futbol mexicano.
LA PORTADA DE EL SIGLO DE TORREÓN
El 20 de agosto de 2011 hubo una balacera a las afueras del Territorio Santos Modelo. (Archivo)