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Más allá del asco

Revisar la popó del bebé es fundamental para vigilar su estado de salud

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Norma Ibarra

Como madres y padres primerizos es difícil entender el nuevo mundo que experimentamos al cuidar a nuestro pequeño recién nacido, las diferentes etapas por las que pasará y los cambios que con ello sucederán, más aún si se trata de su digestión e intestino, el cual no podemos observar a simple vista como los demás cambios físicos.

En el artículo de hoy conoceremos lo que es normal y que no en la popó de nuestro bebé, los cambios que sufrirá la apariencia de sus desechos, para así detectar si es que algo anda mal en su pancita.

Para facilitarnos este tema nos ayudará el doctor Héctor García, quien cuenta con más de 30 años de experiencia en la materia y actualmente se desempeña en un hospital localizado en el municipio de Lerdo.

Primeramente debes de saber que la frecuencia con la que un recién nacido evacua, puede variar mucho en cada pequeño, ya que hay bebés que hacen popó después de comer y otros que únicamente hacen de una a dos veces al día, en cualquiera de los dos casos es completamente normal.

“Aquí lo importante es que cuando un bebé comienza a evacuar, hay que fijarse que sus heces, sean suaves y no duras o secas, ya que éste es un factor de que el menor está estreñido, por lo que seguramente requiere de ayuda para facilitar su digestión”, comenta el doctor García.

A decir del médico los recién nacidos que son amamantados, regularmente hacen popó después de cada toma, es decir entre seis y diez veces al día, pero luego aproximadamente de 20 días a mes y medio, la cantidad de sus evacuaciones podría reducirse, por lo que hay que estar muy atentos a los cambios del bebé ya que si presenta señas de estar incomodo y defeca poco es importante hacer consulta con su pediatra.

Durante los primeros días de vida de tu bebé, sus heces serán de color negro-verdoso y algo pegajosa, esta etapa es denominada por los médicos como meconio.

“El meconio está compuesto de líquido amniótico, mucosidad, células de la piel y otras cosas que el bebé ingirió mientras estaba en el útero, por lo que esta popó no tiene olor y es muy oscura, sin embrago entre los 2 y 4 días de nacido, la defecación puede cambiar a un color más claro, como verde y dejará de ser tan pegajosa, muestra de que el pequeño ya comenzó a digerir la leche que esta tomando, ya sea de pecho o fórmula, y que su estómago se encuentra bien”, explica el doctor.

Si el bebé es alimentado únicamente con leche materna su popó puede ser de color amarilla o un poco verdosa y tener una consistencia blanda o cremosa y en algunos casos puede ser tan líquida que podrías confundirla con diarrea, además pueden parecer mostaza y tener algunos grumos pequeños en color blanco, la cual tampoco tiene mal olor.

“Hay muchos colores y consistencias en las evacuaciones de los recién nacidos, a veces se pueden ver heces de un verde más marcado, si has comido algo que no comes normalmente, hay que recordar que la alimentación de la madre influye en la lactancia”, apunta el medico.

No obstante el doctor advierte que si el pequeño algunas veces hace popó en color verde brillante y algo espumosa, es muy probable que esté ingiriendo demasiada leche que sale primero del pecho y no suficiente de la que sale al final, que es la leche con más grasa y es muy nutritiva; esta situación puede indicar que no le estás dando suficiente tiempo de leche en cada pecho, acción que se puedes remediar si en la siguiente toma inicias con el seno que comenzaste la última vez.

“Los bebés que son alimentados con leche de fórmula, por lo regular hacen popó más pastosa y en colores marrón, como marrón canela, marrón-amarillento o marrón-verdoso, y estas huelen más fuerte que las evacuaciones de los bebés lactantes y un poco menos fuerte que la de bebés que ya comen alimentos sólidos”, explica Héctor García.

Por otra parte, si el bebé está ingiriendo un suplemento de hierro, sus heces se pueden poner de color verde oscuro o casi negras, lo cual es poco común, sin embargo es normal, pero si la popó se presenta así y no está tomando ningún suplemento con hierro es preferible llevarlo a consulta.

A decir del doctor García, una vez pasado los meses y que los pequeños comienzan a ingerir alimentos sólidos, sus heces tienden a ser de color café claro y tienen una consistencia menos pastosa, que huele más fuerte, además de que es probable que en algunas ocasiones te encuentres con pequeños trozos de comida los cuales puedes identificar en colores rojo, naranja o azul oscuro.

“Si la popó del bebé siempre contiene alimentos no digeridos hay que llevarlo al pediatra para asegurarse que el pequeño esté absorbiendo bien la comida y los nutrientes”.

Diarrea, estreñimiento y sangre

La diarrea es fácil de detectar en los bebés ya que suele estar muy líquida, y tener un color amarillo, verde o café, y puede salirse fuera del pañal.

“Toda diarrea puede ser señal de una infección o de una alergia, y si dura unos días sin tratamiento, puede desembocar en una pronta deshidratación, lo que no es bueno; la alerta ante un padecimiento es cuando el bebé tiene 3 meses o menos y tiene más de dos o tres pañales llenos de diarrea, o si continúa teniendo diarrea durante más de un día o dos, además de que si viene acompañada de sangre o mucosidad”, apunta el especialista.

Al contrario de la diarrea el estreñimiento se presenta con heces duras que parecen piedrecitas las cuales pueden estar manchadas de sangre por haber irritado el ano al salir. Estas evacuaciones pueden venir acompañadas de llantos del pequeño e incomodidad cuando esta haciendo popó.

Uno o dos pañales con bolitas de popó no son motivo de preocupación, pero si tu bebé tiene tres o más, o si ves sangre, es mejor que acudas con el médico.

“Es frecuente que el estreñimiento aparezca cuando el bebé comienza a ingerir alimentos sólidos, pero también puede ser una señal de sensibilidad a la leche o a la proteína de la soya, al igual que a la intolerancia a algún ingrediente presente en la leche materna o de fórmula, en este caso se le puede dar al bebé agua, jugo de pera o ciruela en papilla, por su efecto laxante”, señala Héctor García.

Por otra parte, si su las heces del bebé aparecen llenas de baba, podría ser señal de que tiene una infección o una alergia. Si está acompañada de otros síntomas o la ves en el pañal de tu bebé dos días o más, llama al doctor para que descarte cualquier problema.

En el caso de las evacuaciones con sangre, hay ocasiones en que la sangre puede ser color rojo brillante, y otras veces es negra (lo cual quiere decir que ha sido digerida).

“La sangre de color rojo brillante puede aparecer en las heces de un bebé por distintas razones, sin embrago es signo de alarma si la popó normal tiene restos de sangre roja, lo cual es señal de una alergia a la proteína de la leche; si la popó del bebé con estreñimiento tiene manchas rojas, lo que indica rasguños en el ano o hemorroides minúsculas; o bien si aparece diarrea mezclada con sangre roja, podría indicar una infección bacterial”.

Cuando aparece sangre negra en el pañal de un bebé, puede ser porque se alimenta de leche materna y traga sangre de los pezones agrietados de la mamá, situación que no pone en peligro al pequeño, sin embargo, hay que llamar al doctor para asegurarse de que no es nada más grave, como un sangrado en sus intestinos.

Primeramente hay que tener en cuenta que el área genital de los pequeños es siempre delicada y cosas como la orina, la humedad o los productos muy fuertes les pueden causar irritaciones, resequedad y molestias en tu bebé, por eso si el pequeño presenta enrojecimiento continuo, irritación o algún otro síntoma de forma persistente, hay que consultar al pediatra a la brevedad”.

Héctor Garcáa,

Pediatra

Cuida sus genitales

El pediatra Héctor García nos da una serie de recomendaciones para cuidar los genitales de los bebés.

1 Durante los primeros meses, es preferible evitar los baños de burbujas, pues los jabones usados podrían resecar la delicada área genital del bebé, ya sea niño o niña.

2 Al cambiar el pañal de las bebés y se utilicen toallitas húmedas para limpiarla, hay que recordar que el movimiento debe ser desde su vagina hacia atrás, para evitar que residuos y bacterias pasen al área genital y se produzcan una infección.

4 En el caso de los niños no es necesario mover el prepucio durante el baño ni en ningún otro momento, pues durante los primeros años de vida éste movimiento no ocurre de forma fácil y al intentarlo le pude hacer daño al bebé.

5 Si el bebé ha sido circuncidado para su limpieza requiere de los cuidados básicos regulares, lavar el área con agua y jabón hipoalergénico, sin mayores demandas.

6 A veces pasar demasiadas horas con un pañal mojado puede causar irritaciones en el área genital, por lo que hay que consultar al pediatra para que recomiende una crema que calme las molestias, además de cambiar con frecuencia el pañal del la bebé.

7 Finalmente si el área genital del bebé luce rojiza o irritada a pesar de darle todos los cuidados, es recomendable acudir al pediatra, ya que algún producto que se está usando probablemente ocasionó una reacción alérgica.

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