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¿Cómo alimento a mi bebé?

Lo que no sabías sobre la lactancia materna

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Perla Graciano

La lactancia materna es una de las acciones que ha generado una gran cantidad de mitos a lo largo de los años. Muchos de ellos se han aclarado gracias a diferentes investigaciones, por ello siempre es importante buscar la asesoría de un médico especialista para disipar las dudas que puedan surgir. La doctora Elsa Laura Méndez Martínez, especialista en ginecología y obstetricia, nos aclara algunos de los mitos más comunes sobre la lactancia y nos proporciona algunos consejos para mejorar este proceso.

Si estoy amamantando debo evitar ciertos alimentos

Cierto. Se deben evitar los alimentos irritantes porque pueden llegar a la leche y producirle también irritación al bebé.

Algunas mamás no producen leche de buena calidad

Falso. A menos que estén desnutridas. Cuando hay desnutrición, la leche sí puede ser de mala calidad, pero es el único factor que influye en esto.

El niño debe vaciar los dos pechos en cada toma.

Falso. Se puede vaciar uno y luego el otro más tarde. La toma del bebé dura por lo general de 10 a 15 minutos y si se queda dormido quiere decir que ya está satisfecho. Si no se queda dormido, entonces se puede pasar a la otra mama.

El calostro le brinda al bebé una protección especial contra las enfermedades.

Cierto. El calostro, que es la primera leche materna que sale, lleva anticuerpos, que todavía el bebé no produce. El calostro protege al bebé contra infecciones.

Amamantar al bebé ayuda a bajar de peso

Cierto. Se dice que cuando las tomas del bebé son completas, la lactancia puede reducir hasta el 30% de las calorías que consume la mamá en un día. Si la mamá consume 1500 calorías, con la lactancia se reducen 500 calorías.

Cuando estamos amamantando, no se deben lavar los pezones con jabón.

Falso. Se lavan con agua y con jabón, lo que sí es que no debe quedar ningún residuo para que no lo consuma el bebé. Hay que evitar jabones perfumados y usar sólo jabón neutro.

La leche materna ayuda a dormir mejor al bebé.

Falso. El apego materno es lo que ayuda a que el bebé se sienta protegido y se quede dormido, no tanto la leche materna. El bebé en el vientre, escucha el corazón de su mamá y cuando nace se tranquiliza si su madre lo coloca cerca de su pecho.

La leche de fórmula no es tan buena como la materna y no protege al niño de las enfermedades.

Falso. La leche de fórmula es tan buena nutritivamente como la leche materna, pero definitivamente no protege contra las enfermedades porque no tiene las células de defensa que le transmite la mamá al bebé. Siempre será mejor la leche materna porque proporciona protección inmunológica.

La leche materna es más fácil de digerir que la leche de fórmula

Falso. Es lo mismo, es el mismo tipo de proteína y de sustancias que contiene.

Entre más le das de comer a tu bebé, produces más leche.

Cierto. Lo que estimula la producción de leche, es la succión del pezón. Esta acción manda un estímulo al cerebro para producir prolactina, una hormona que estimula a la mama para que se produzca leche, entonces mientras más tomas tiene el bebé, hay más estímulo y a mediano plazo, mayor producción de leche.

Consejos para mejorar la lactancia

Siempre va a ser mejor la leche materna que la leche de fórmula

La manera ideal de amamantar al bebé, es tomar la mama con la mano en forma de C y tratar de introducir el pezón a la boquita del bebé, cuidando de que todo el pezón entre en la boca del bebé.

La mamá no debe desesperarse. Por lo general, las primeras tomas no van a satisfacer al bebé, pero no se debe optar por dar el biberón enseguida. Siempre hay que pegarse al bebé de 5 a 10 minutos antes de la toma. Si no logra salir la suficiente leche materna, entonces se complementa con la leche de fórmula.

Para que no se agrieten los pezones, hay algunas cremas que se pueden utilizar a base de ingredientes naturales, pero se debe prevenir cuidando que el pezón entre completamente en la boquita del bebé durante las tomas.

Las tomas son a libre demanda Cuando se da leche de fórmula al bebé, se pueden controlar las cantidades del alimento, pero no hay manera de medir la cantidad de leche materna que se le proporciona al bebé, él estará pidiendo conforme lo necesite.

Aunque sea leche materna, el bebé siempre tiene que eructar, aunque se quede dormido, porque el aire puede hacer que se regrese la leche y esto provocaría un accidente en el bebé.

La higiene es muy importante, el baño de la mamá debe ser diario. Además, la mamá debe lavar su pecho antes de alimentar al bebé, sobre todo si hay sudor por el ejercicio o la exposición al calor.

Con la lactancia, se estimula neurológicamente al bebé porque al succionar, tiene que aprender a obtener su alimento por sí mismo. Esto lo ayuda y lo estimula de manera muy temprana.

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