Famoso por inventar los lentes de contacto de gel y descubrir la fibra sintética de poliamida o nailon, Otto Wichterle, de quien se conmemora hoy su aniversario luctuoso, es recordado por ser autor de 150 patentes de proyección internacional, las cuales han facilitado la vida de las personas.
El destacado científico nació el 27 de octubre de 1913 en Prostejov, República Checa, donde se formó como químico. La mayor parte de su vida la dedico a la ciencia, ejerciendo como catedrático en la Escuela Superior de Tecnología Química en Praga y director del Instituto de Química Macromolecular de la Academia de Ciencias Checoslovaca.
Tras la ocupación nazi en su país durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), fue víctima de la persecución política y estuvo prisionero; por esta misma situación no puedo obtener un mayor beneficio económico de su ingenio, aseguran sus biógrafos.
De acuerdo con información publicada en el portal de Internet de Radio Praga, Wichterle inventó en 1940 la poliamida, que posteriormente fue comercializada con el nombre de silón, y en la década de los 50 estudió los hidrogeles que le permitieron fabricar los lentes de contacto.
Para el químico, la ciencia fue algo excitante y divertido, “con esta práctica uno se siente extraordinariamente libre”, expresó en alguna ocasión.
Su hogar fue el lugar idóneo para montar su laboratorio, ya que llegó albergar los aparatos necesarios para realizar sus inventos.
En 1968, durante la ocupación soviética, su nombre figuraba en la lista de personas no gratas, siendo reprimido su ingenio durante dos décadas. Durante este periodo desarrolló su actividad científica en condiciones precarias.
No obstante, en el exterior gozaba de gran prestigio, incluso fue considerado por la comunidad científica internacional como uno de los mejores investigadores en el campo de la química macromolecular.
Por sus contribuciones científicas recibió diversas distinciones y títulos científicos en el extranjero y en su país, además fue miembro honorífico de un considerable número de sociedades científicas y universidades del mundo.
Fue hasta después de la Revolución de Terciopelo de 1989, que Wichterle, quien falleció el 18 de agosto de 1998, fue reconocido internacionalmente, al convertirse en presidente de la Academia Checoslovaca de Ciencias.
