Pobreza. María Elena y su familia se resisten a salir de la comunidad, subsisten de las cabras. (MARY VÁZQUEZ)
Pareciera que en el nombre llevan la condena de vivir en un marcado rezago social. Las condiciones de vida les han obligado a emigrar a la cabecera municipal en busca de mejores oportunidades de vida.
El ejido La Crisis se localiza a unos 6 kilómetros de la ciudad de Matamoros, pese a su cercanía con la cabecera municipal, ha quedado marginada totalmente.
Para llegar a esta comunidad hay que tomar la nueva carretera Matamoros- La Partida, avanzar más de 2 kilómetros y luego dar vuelta a mano derecha para tomar un camino empedrado paralelo a un canal de riego y avanzar 3.5 kilómetros más.
María Elena Hernández, habitante de La Crisis, platica que en esa comunidad había 12 viviendas, hoy sólo cuatro casas están habitadas y sólo quedan ocho familias, que se resisten a abandonar el terruño. Hacen la lucha por subsistir criando cabras o cerdos y así buscar el sustento diario que no rebasa los 250 pesos.
Dice que los más jóvenes, algunos de ellos ya han formado una familia y trabajan como operarios en las empresas maquiladoras de la localidad con un sueldo de entre 600 y 800 pesos.
Hay otros que se emplean como regadores en las parcelas de los ejidos aledaños o en la temporada del melón como piscadores, cuyo sueldo es de entre 150 y 200 pesos al día.
En la casa de María Elena viven cuatro personas, un hijo que tiene poco que salió de la secundaría, una nieta de 9 años, su esposo y ella, pero tiene otros dos hijos, un hombre y una mujer que ya están casados. El varón vive en la comunidad y la mujer decidió "hacer vida en la ciudad"
La señora cuenta que estaba inscrita en el programa Progresa que otorga la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), pero la promotora de la dependencia le retiró el apoyo al considerar que su situación económica había mejorado, por lo que le dijo que se entregaría a otra persona que tuviera más necesidad.
Menciona que su esposo ha logrado un patrimonio de 100 cabras y al día produce entre 50 y 60 litros de leche que vende en 4.30 pesos. Esporádicamente fabrica quesos, que comercializa en Matamoros en 20 pesos, pero no le resulta redituable porque los fía y hay ocasiones en que no recupera el dinero, por eso dice, mejor entregan la leche a la persona que se las compra.
