Los acúfenos, el molesto zumbido de oído

Desde la antigüedad, el acúfeno o zumbido de oído ha sido reportado como una afección muy molesta del hombre. El zumbido de oídos se debe considerar siempre como un síntoma y no como una enfermedad, la cual puede presentarse por diferentes causas.

El acúfeno o tinnitus, explica el doctor Alberto Tueme Arellano, especialista en otorrinolaringolgía, es la percepción subjetiva de sonido sin un estímulo acústico externo. En algunos casos, el acúfeno es producido por una fuente de energía acústica en algún sitio de la cabeza y el cuello, por ejemplo, un músculo que se contrae, crepitación mandibular, patología venosa o arterial, o un cuerpo extraño en el conducto auditivo externo.

El zumbido de oídos se puede dividir para su estudio en no pulsátil, que es el más frecuente y el pulsátil. Su origen y tratamiento son totalmente diferentes.

El acúfeno no pulsátil es más frecuente en personas de 50 a 70 años de edad, aunque puede ocurrir en personas más jóvenes a causa del trauma acústico que ocasiona el escuchar música a muy alto volumen y por tiempo prolongado o exponerse a ruido intenso.

Puede presentar desde una obstrucción del canal auditivo externo como sería un tapón de cerumen o un cabello que está en contacto con la membrana timpánica, hasta otras causas, que incluyen presbiacusia, que es la baja de audición que se presenta entre los 60 a 70 años de edad.

Otra de las causas del acúfeno, menciona el especialista, es la enfermedad de Méniere, que se caracteriza por vértigo, hipoacusia -baja de audición y zumbido de oído-, además de las infecciones de oído, como sería la otitis media ya sea aguda o crónica, o la otoesclerosis, la cual se manifiesta como hipoacusia y zumbido de oído secundario, la alteración en el hueso del estribo, neurinoma acústico, que es un tumor en el nervio, el cual se manifiesta por zumbido de oído.

Existen otras causas, como la hiperextensión cervical (latigazo), el cual se presenta en accidentes automovilísticos y también puede ser manifestación de la alteración de la articulación temporomandibular. Además, puede ser efecto secundario de medicamentos, en especial los que contienen aspirina o algunos antibióticos que pueden llegar a lastimar las células ciliadas del oído interno.

En ocasiones, advierte el médico, los trastornos emocionales como la ansiedad y la depresión, suelen acompañarse de zumbido en los oídos. Existen además trastornos metabólicos como la diabetes y las hiperlipidemias (colesterol o triglicéridos elevados).

Por otra parte, el acúfeno pulsátil con mayor frecuencia se origina de estructuras vasculares dentro del oído, cráneo o tórax y se transmite hacia el oído. Pueden ser desde malformaciones arteriovenosas hasta tumores vasculares o la hipertensión arterial.

Respecto al tratamiento, indica que va depender de la causa del acúfeno. Por ejemplo, si es por cuerpo extraño en oído, hay que realizar la limpieza de éste. Si es por algún medicamento, habrá que suspenderlo, etc.

Evítalo

Como medidas preventivas, se recomienda evitar los ruidos intensos, la cafeína, el alcohol y el tabaco, medicamentos ototóxicos como la aspirina o antibióticos del tipo de los aminoglucosidos.

Además, destaca el especialista, es de ayuda el escuchar un sonido de fondo como sería la música a bajo volumen o la televisión para enmascarar el zumbido de oído y poder conciliar el sueño.

Es recomendable consultar a su médico cuando se presenta un zumbido de oído, que es molesto para el paciente o que se acompañe de baja de audición y mareo.