Alameda Zaragoza de Torreón, Coah., cuyos terrenos los donó a la Villa de Torreón, cuando obtuvo la concesión de fraccionar y vender la franja del primer fraccionamiento de Cobián, al oriente de la calzada Colón, en 1898. De su peculio personal, pagó un precio simbólico para hacer la donación.
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FUNDADORES DE TORREÓN Y LA LAGUNA: DON JOAQUÍN SERRANO MARTÍNEZ, IMPULSOR DE NEGOCIOS EN EL NACIENTE TORREÓN Y FILÁNTROPO. Los datos que siguen, los tomé de mi libro: "TORREÓN EN LAS LETRAS NACIONALES", Edic. 1986, como enseguida se expresa:
"LUZ Y FUERZA PARA TORREÓN: Don Joaquín Serrano, sabiendo que don Rafael Aguirre tenía una autorización y exensión de impuestos para una planta de luz en Torreón, se la compró con todos sus derechos y así, con un capital de cincuenta mil pesos, electrificó la villa de Torreón, asociándose con don José Farjas, ingeniero inteligente y trabajador que aportaba a la sociedad su trabajo. El señor Serrano no dejaba toda la responsabilidad en sus trabajadores o en el ingeniero, sino que personalmente supervisaba los trabajos y atendía las quejas de los usuarios.
"Al siguiente año de 1898, el señor don Joaquín Serrano solicitó del Gobierno del Estado de Coahuila una exensión de impuestos por doce años para la Fábrica de Hilados y Tejidos de Algodón, que sería 'La Cía. Industrial de Hilados y Tejidos, La Fe', con un capital de seiscientos mil pesos. Para ello, se asoció y formaron parte del Consejo de Administración los siguientes hombres de empresa: don Ernesto Madero, presidente; el Coronel Carlos González Montes de Oca, vicepresidente; el Lic. don Praxedis de la Peña, secretario; el Lic. Pedro Torres Saldaña, tesorero; y vocales: don Evaristo Madero, don Joaquín Serrano, don Tomás Mendirichaga, don Rómulo Larralde, el Lic. don Francisco Fuentes y comisario, don Joaquín Villegas".
Combinando con sus negocios industriales, se daba tiempo el señor Serrano para visitar sus negocios agrícolas que se habían ampliado desde 1896 en que obtuvo en renta los ranchos de "San Agustín" y "La Paz".
"La Alameda y la Filantropía de don Joaquín Serrano: Al comprar don Feliciano Cobián el rancho del Torreón, al oriente de la calzada Colón al Coronel Carlos González Montes de Oca el 31 de diciembre de 1897 y escriturado a principios de 1898, se dio la concesión de realizar el primer fraccionamiento de Cobián y su venta al señor Joaquín Serrano Martínez, quien dedicó especial tiempo y cuidado en realizar su labor con toda responsabilidad. Así, al ver la necesidad de una Alameda que fuera un pulmón para la entonces Villa, pagó de su peculio personal un precio simbólico por las manzanas necesarias que donó a la Villa para la formación de lo que hoy conocemos como la 'Alameda Zaragoza'.
"Al referirse a la generosidad de don Joaquín Serrano Martínez, en el 'Álbum de la Paz y del Trabajo', editado en 1910, se puede leer: '...En la otra margen de las vías férreas por donde se encuentran las fábricas de 'La Fe' y la 'empacadora' existe una colonia que lleva el nombre de 'Serrano', formada con donativos de terrenos que ha hecho a los pobres trabajadores y que cada uno respectivamente ha ido fincando, mismos con dinero que el mismo señor Serrano les ha proporcionado. Si fuésemos a escudriñar los detalles de su filantropía, cuántas lágrimas enjugadas tendríamos que contar y cuántos sinsabores curados que referir. Precisamente porque ha luchado como los hombres de grande espíritu; precisamente porque ha saboreado el pan amargo del infortunio y sabe lo que es dolor y conocer la amargura de las penas de la vida, por eso tiene poderosa válvula su corazón, para sentir con los demás, para ceder a los impulsos de la conmiseración y de la ternura, para llevar a los labios del que sufre, el pan apetecido que reanima y da fuerzas para el trabajo. Tiene nobleza de alma y muchas veces se le ha visto al tiempo de perdonar a los que le han faltado a su cariño, extender la mano para socorrerlos...". ¡Esa es la verdadera bondad!
"Fábrica de Aceites y Jabón La Unión": Como la fábrica de aceites y jabones que tenía don Joaquín Serrano, se destruyó por un incendio, se organizó una nueva fábrica mucho más grande con un millón de pesos de capital, en febrero de 1900, siendo los socios fundadores los que siguen: don León Signoret, presidente; don Juan Salcedo, vicepresidente; don Joaquín Serrano Martínez y don F. M. García, vocales; don Rodolfo J. García, comisario; y don Fernando Doucet, como secretario del Consejo y director general de la fábrica.
