Es en la niñez cuando resultan determinantes las relaciones primarias, es decir, las que se dan entre padres, hijos, hermanos, tíos, abuelos. (ARCHIVO)
Ante la violencia vial que se vive diario en la ciudad de México por llegar a tiempo a algún lugar, el psicólogo Elías López Pérez recomendó trabajar con los niños, porque ahí es donde comienza todo, pues los hijos van a repetir las conductas de los padres.
Durante una conferencia en la Universidad Iberoamericana, López Pérez recalcó que es en la niñez cuando resultan determinantes las relaciones primarias, es decir, las que se dan entre padres, hijos, hermanos, tíos, abuelos.
“De aquí se parte para arribar a relaciones secundarias como lo es la escuela y donde el niño exhibirá lo que se le enseña en casa”, detalló.
El especialista recomendó hacer sentir a los niños cariño, debido a que en el primer año de vida el sentimiento de autoestima resultará fundamental para su vida.
“Crearle un espacio seguro, cálido para que en los primeros años identifique quién es y que es un ser muy querido. Prevenir el maltrato escolar de manera temprana para que no crezca con frustraciones y tampoco reaccione de manera violenta o negativa en un entorno violento como se vive en México”, señaló.
Explicó que las personas tienen que trabajar con su mente en su estrés para no transformar las frustraciones diarias en agresividad, ya sea en el ámbito familiar, social o laboral.
Para atacar estos problemas cotidianos, el psicólogo recomienda trabajar en el aquí y el ahora ayudándose con sus fuentes de vida, es decir, recordar a sus seres queridos o momentos placenteros cada vez que suceda algo que los altere.
“Una de las líneas que se trabaja hoy, es el de la conciencia plena, que es intentar conectarse con el aquí y el ahora y con las fuentes de vida que cada uno lleva dentro, para desde ahí no responder agresivamente a los estímulos negativos que hay en el exterior”, resaltó López Pérez.
Agregó que la indiferencia que se muestra entre los ciudadanos de las grandes urbes en cuanto a un entorno violento es común, pues es usual observar que la gente de algún modo tienda a protegerse y no meterse más allá de lo que le corresponde.
Sin embargo, subrayó que sin unos ciudadanos comprometidos sería imposible cambiar esta situación y para ese trabajo debe haber un refuerzo en los valores personales, una conversión individual y de los ciudadanos en su conjunto.
