Los ciudadanos griegos sufren las medidas económicas cautelares impuestas por el gobierno de Alexis Tsipras. (Archivo)
Mientras los ciudadanos griegos sufren las medidas económicas cautelares impuestas por el gobierno de Alexis Tsipras, el resto de la Unión Europea acelera sus procesos para que las afectaciones a la economía continental no sean tan dramáticas.
El gobierno griego sólo permitirá a sus ciudadanos extraer de los cajeros automáticos 60 euros al día, mientras que los bancos permanecerán cerrados hasta el próximo 6 de julio.
Lo dicho ha causado molestia y temor entre los griegos, que ven desde lejos como la Unión Europea comienza a buscar alternativas.
Ángela Merkel, canciller alemana, habló largo y tendido con Barack Obama, presidente de Estados Unidos para evaluar soluciones que eviten que Grecia abandone la zona euro.
"Ambos líderes coincidieron en que es sumamente importante hacer todos los esfuerzos para volver a la senda que permitirá a Grecia retomar las reformas y el crecimiento dentro de la zona euro", dijo en un comunicado la Casa Blanca.
Entretanto, España, la misma Alemania, Francia, Holanda e Inglaterra reunirán hoy a sus equipos económicos y políticos para analizar el caso y tomar medidas preventivas ante una posible crisis compartida en todo el continente.
De acuerdo con especialistas, la coyuntura que presenta Grecia ante sus acreedores obligará al país a tomar medidas extremas, las cuales pudieran afectar paulatinamente al resto de naciones europeas, siendo aquellas, con las que tiene deudas, las más dañadas.
"La dignidad del pueblo griego responderá al chantaje y a la injusticia enviando un mensaje de orgullo y esperanza a toda Europa", afirmó Alexis Tsipras en un mensaje por televisión a todos los griegos, a quienes pidió paciencia y fe.
