Se obtiene de la nuez comestible del árbol Macadamia integrifolia, que es originario de Australia. Este aceite de nuez es ligero, no obstruye los poros de la cara. Por lo cual no genera barros, acné o granitos. Es un aceite natural que beneficia a la epidermis dándole elasticidad y tonicidad a la piel desvitalizada.
El delicado sabor de las nueces de macadamia hace que sean un aperitivo muy apreciado
La nuez de macadamia tiene un aspecto al de las avellanas, pero su sabor es muy parecido al de las almendras. Esta nuez al igual que el resto de frutos secos, es un buen alimento energético.
El delicado sabor de las nueces de macadamia hace que sean un aperitivo muy apreciado. La nuez de macadamia se puede encontrar como ingrediente de chocolates, galletas y helados. Además, se disfruta su sabor añadiéndolas a ensaladas, pasta y arroces. Tienen un importante valor nutricional, se obtienen de estas nueces proteínas completas de calidad similares a las de la carne, pescado o huevos.
Es un aceite que penetra muy bien en la piel, tiene una textura viscosa pero con un olor agradable. Es rico en ácidos oleicos, linoléicos y esteroles, que le confieren al aceite de macadamia propiedades calmantes y muy suavizantes. Aporta nutrientes a la piel del rostro para conservarla sana, hidratada y luminosa.
Las propiedades del aceite de macadamia como cosmético son: Aceite de belleza ligero y que penetra bien. No deja sensación de grasa en la piel, después de usarlo. No es comedogénico, es decir, no obstruye los poros de la piel. Excelente como vehículo natural de los aceites esenciales. Devuelve la elasticidad y tonicidad a la piel, bueno en el cuidado de la piel flácida. Es muy hidratante. Mejora la microcirculación en casos como el enrojecimiento facial. Excelente para masaje circulatorio y drenaje linfático. Excelente antiarrugas. Se conserva mucho tiempo sin alterarse.
Se puede utilizar como aceite para el pelo, es excelente nutritivo y reparador. Para ello, tome un poco de aceite de macadamia y deje que se caliente. Extienda el aceite uniforme con la mano y masajee el cuero cabelludo. Suavemente peine su cabello y permita que el aceite haga su camino en su cabello y cuero cabelludo. Este aceite también funciona bien en las puntas abiertas, tome un poco de aceite y frote sobre las puntas de los filamentos del pelo. Después de dos horas, lave el aceite con un champú suave. Algunos incluso añaden un poco de aceite de macadamia como una licencia después del champú, si descubren que su cabello sigue siendo un poco seco. El brillo del cabello se alcanza a partir del aceite.
El aceite de macadamia es muy similar al aceite de almendra dulce en cuanto a propiedades. A diferencia del aceite de almendras dulces, el de macadamia se conserva mucho más tiempo sin alterarse. Por su alto contenido en ácido palmitoleico, hace de este aceite de belleza que sea ideal para frenar el envejecimiento, ya que protege los lípidos celulares de la oxidación. Es muy rico también en ácido oleico, lo hace un aceite muy hidratante para las diferentes capas de la epidermis. Debido a que penetra muy bien en la piel, es una buena base de masaje que no deja apenas residuo graso. Es excelente para aquellas zonas de la piel secas y frágiles como los labios, las manos y el contorno de ojos.
Además, se puede usar como contorno de ojos en todo tipo de pieles. Su uso es ideal para piel seca, piel frágil, piel madura y piel flácida. Es cicatrizante. En masaje, favorece la microcirculación local.
La composición del aceite de macadamia es: AGPI Ácido linoleico 2,4%; AGMI Ácido oleico 46,2%; Ácido asclépico 4,6%; Ácido palmitoleico 29,3%; Ácido gondoico 1,7%; AGS Ácido palmítico 9,0%; Ácido araquídico 2,0%; Ácido esteárico 3,8%; Ácido mirístico 1,0%.
