En tan sólo un mes se han agotado tres pozos de la red de distribución de agua potable, situación que ha generado problemas para satisfacer las demandas de la población, según reconoció el alcalde, José Miguel Campillo.
Refirió que esto habla del nivel de explotación del acuífero que se está generando en todo el municipio, pero sobre todo de las necesidades de recarga en el acuífero principal.
Campillo consideró necesario revisar y modificar los hábitos de consumo del agua potable entre la población, evitando el dispendio.
Actualmente, algunos de los pozos que forman parte de la red de abastecimiento, están generando los volúmenes deseados del vital recurso pero a una profundidad de hasta 500 metros, lo cual incrementa el riesgo de contaminación por arsénico.
Para contrarrestar sus efectos, se han instalado los filtros intradomiciliarios por parte del gobierno estatal, además de que se proyecta colocar filtros a pie de pozo, en aquellos con mayores concentraciones del metaloide.