'Me siento realizado hasta el día de hoy'

Gran parte de su vida, Gumersindo Aguilera Arévalo la ha dedicado a la venta de El Siglo de Torreón. Tiene 69 años de edad, de los cuales 55 los ha dedicado a "gritar" la noticia por las calles de Torreón. Y fue así como inició esa aventura que le apasiona. "Me agrada mi oficio, me siento realizado hasta el día de hoy", comenta con emoción.

Desde hace 30 años se encuentra en su pequeño establecimiento en esquina de la avenida Hidalgo y Comonfort, en el Centro de la ciudad.

Pero no fue así como comenzó su carrera como voceador, sino recorriendo las calles gritando "El Siglo, El Siglo", soportando bajas y altas temperaturas, lluvias, terregales, y hasta nevadas, pues asegura que las cuatro veces que la región se ha "vestido" de blanco, él se ha mantenido firme para cumplir con su trabajo.

Don Gumersindo es padre de dos hombres, uno ya de 36 años y otro de 31, además es abuelo de tres pequeños, dos niñas y un niño que dice adora con el corazón. Su adorada Guadalupe, "se fue al cielo" hace ya cuatro años.

Cuenta que en sus primeros años como voceador, el periódico lo vendía de lunes a sábado a 30 centavos y los domingos a 60 centavos, y para entonces vendía entre 500 ejemplares diario y los domingos, la cifra se incrementaba.

Y es que uno de los "plus" que ofrecía el diario a sus lectores, era a Trucutú y a Periquita, caricaturas que eran enviadas desde la ciudad de México y que en La Laguna eran muy solicitadas, asegura.

Su jornada laboral cuenta, inicia desde las tres de la mañana para recoger puntual sus ejemplares directamente en las instalaciones de El Siglo de Torreón. Don Gumersindo, dice que no sólo por las mañanas ofrecía el periódico, sino también por las tardes y por varias calles de la ciudad, porque "se tenía que llevar el billete al hogar", dice orgulloso.

Cuenta que para entonces, eran sólo 90 los voceadores los únicos encargados de distribuir el diario por toda la ciudad, de los cuales sólo queda él, la mayoría de ellos, dice han fallecido y otros más se han retirado.

Aunque reconoce que las ventas no son las mismas que hace más de cinco décadas, ya que las tecnologías han venido desplazando a los diarios en todo el país, espera que no desaparezca esa tradición de leer y hojear a El Siglo de Torreón.

Don Gumersindo, dice que seguirá con esta profesión mientras tenga fuerzas. "Mientras que yo pueda, lo seguiré haciendo, cuando no pueda, me retiro".