Al pleito entre Jorge Vergara y Angélica Fuentes, dueños de Chivas del Guadalajara, le quedan muchos capítulos por escribirse. (Jam Media)
Alejada de las empresas que posee en sociedad con Jorge Vergara, su todavía esposo, Angélica Fuentes reconoció que modificó la operación del Club Guadalajara en el 2007 y afectó a colaboradores de la institución.
"En 2007 decido meter una auditoría al equipo, que es parte del grupo empresarial, y en protesta se va la cabeza de Chivas", declaró la exCEO de Omnilife y el Club Guadalajara, en entrevista para la revista Vanity fair.
Sin citar el nombre, Fuentes se refirió a Juan José Frangie, exdirector general de las Chivas, quien renunció en diciembre de ese año tras el despido de sus colaboradores en el área administrativa y de mercadotecnia.
"Reviso todo, encuentro fugas de recursos, descubro cosas en serio increíbles; tomo decisiones, afecto intereses y se suelta la prensa en mi contra", agregó en la entrevista.
Tras casi ocho años de relación, Fuentes se pronunció por primera vez en torno a su separación de Vergara.
"Lamentablemente este problema personal repercutió en nuestras empresas. Eso es algo que yo no hubiera deseado, pero Jorge planteó la cuestión ante los tribunales y ahora serán ellos los que deban resolver", declaró.
En octubre del 2007, la empresaria originaria de Ciudad Juárez asumió la dirección general de Omnilife por invitación de Vergara, con quien meses más tarde formalizó una relación de noviazgo que llegó hasta el matrimonio.
Frangie tuvo a su cargo el área comercial de las Chivas durante dos años y ocho meses, en los que, de acuerdo con su propio balance, le dio a ganar a la institución más de 28 millones de dólares por el concepto de comercialización.
Al tomar el control de las empresas de Vergara, en sus primeros cuatro meses como directora de Omnilife, Fuentes destituyó de sus puestos a personal de confianza del dueño.
Se fueron Gustavo López, director de plantas de Omnilife; Roberto Santacruz, director de Omnilife, por quien entró Fuentes; Raúl Cuevas, director financiero, y Rafael Zamora y Edith González, del área jurídica.
Tiempo después, la empresaria también terminó la relación que existía de la empresa con el despacho jurídico de Héctor Romero Fierro, el abogado de confianza de Vergara en la compra del equipo en el 2002.
