En México existen riesgos para la salud por la circulación de microorganismos patógenos como la bacteria Staphylococcus aureus, asociada a enfermedades transmitidas por alimentos. (ARCHIVO)
Científicos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) diseñaron a partir de Nanotubos de Carbono (NTC) un nanobiosensor portable de bajo costo para detectar bacterias en alimentos.
En México existen riesgos para la salud por la circulación de microorganismos patógenos como la bacteria Staphylococcus aureus, asociada a enfermedades transmitidas por alimentos.
Algunas de sus cepas pueden producir enterotoxinas, que al ser consumidas a través de alimentos contaminados causan gastroenteritis.
Jorge Chanona Pérez, especialista en ingeniería de alimentos de la Escuela Superior de Ciencias Biológicas (ENCB), subrayó que por ello la detección de esa bacteria es importante para el control de la inocuidad alimentaria.
El nanobiosensor portable tipo quimiorresistor puede detectar el citado microorganismo en volúmenes muy pequeños de muestra y con una sensibilidad alta.
El científico enfatizó que ese instrumento representa un paso importante para la nanotecnología de alimentos en el país.
Es así, porque abre la puerta para el desarrollo de nanobiosensores para la detección de diferentes analitos, microorganismos, toxinas, compuestos químicos y aromas de importancia en los alimentos, en especial en el área de la biotecnología alimentaria.
“Esta nueva generación de nanobiosensores tiene la ventaja frente a otras tecnologías de ser más sensibles, selectivos y portables, ya que se pueden utilizar en un sinnúmero de elementos de reconocimiento como anticuerpos, aptámetros, material genético, enzimas, células, fagos, entre otras”, indicó en un comunicado del IPN.
El especialista remarcó que la importancia fundamental de la construcción de nanobiosensores es que permiten la detección de los analitos y microorganismos en tiempos cortos, en comparación con los métodos tradicionales que pueden durar más de 24 horas para proporcionar un resultado.
Otro aspecto innovador fue el uso de técnicas de microfabricación que permitieron construir el nanobiosensor sobre un portaobjetos de vidrio, el cual es de bajo costo y diferente al silicio.
Todo ello está en concordancia con las nuevas tendencias para la construcción de esos dispositivos, porque actualmente se busca usar soportes o plataformas reciclables y biodegradables.
Chanona Pérez explicó que el potencial de ese trabajo es que sentó las bases de la caracterización y construcción de nanobiosensores portables que abren la puerta para crear dispositivos más económicos, funcionales y con más conectividad.
La investigación sobre la construcción de biosensores con Nanotubos de Carbono o para aplicaciones en alimentos está en desarrollo en México.
Sin embargo es un área de oportunidad para la investigación científica y tecnológica, principalmente en el área de alimentos.
