El jefe de seguridad de la FIFA, Chris Eaton (i), observa al presidente de la Federación Salvadoreña, Menéndez.
Una mafia mundial establecida en Singapur y dedicada a ensuciar al futbol con el amaño de partidos penetró a Centroamérica desde 2010 y hoy arrastra el más grave escándalo de corrupción en la historia del balompié regional.
El caso, que recobró vigencia con el presunto involucramiento del director técnico mexicano Javier Aguirre en supuestos arreglos de resultados de juegos, continúa abierto con un proceso judicial en El Salvador, que sigue sorprendiendo con revelaciones de nuevos aparentes involucrados en el negocio de aceptar dejarse perder un partido a cambio de dinero.
A la espera de las sanciones judiciales, la Federación Salvadoreña de Futbol (Fesfut) decretó severos castigos en septiembre de 2013: expulsó de por vida a 14 seleccionados salvadoreños y sancionó a 10 con penas que oscilaron entre 30 días y 5 años de inhabilitación, porque recibieron miles de dólares de Exclusive Sports, empresa de Singapur cuestionada por la FIFA como negociadora para corromper partidos.
La Policía Internacional (Interpol) anunció en septiembre de 2013 la captura en Singapur de 14 sospechosos de pertenecer a una mafia mundial dedicada a negociar partidos. Uno de los detenidos es el singapurense Dan Tan, jerarca de Exclusive Sports y líder de una red en la que participaron varios nicaragüenses. Los futbolistas salvadoreños fueron sancionados por sus clubes y por la Federación, pero también hay procesos que se ventilan en el Poder Judicial de ese país y las sentencias todavía están pendientes, porque la indagatoria sigue.
"Este mal [de los amaños] hay que combatirlo", advirtió el salvadoreño Carlos Méndez, presidente de la Fesfut, tras reafirmar el compromiso que asumió con FIFA para investigar el caso a profundidad.
"Nuestra posición es de cero tolerancia", ratificó el colombiano Enrique Sanz, secretario general de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Futbol, al expresar el apoyo del organismo regional a la Fesfut.
En un recuento de hechos, la Fesfut precisó que los partidos amañados fueron cuatro e involucraron a la selección de El Salvador: dos amistosos en 2010 frente al DC United, de Estados Unidos, y ante la selección estadounidense, así como un juego oficial contra México en la Copa Oro de 2011 y un amistoso con Paraguay, en 2013.
Pero también existen sospechas de que un cotejo amistoso contra Venezuela, en 2013, igualmente fue arreglado "para influir en el resultado", subrayó el informe. Hay otros partidos del seleccionado y de clubes salvadoreños en la Liga de Campeones que siguen bajo lupa.
La firma compró los derechos de un amistoso entre El Salvador y Costa Rica, que se jugó en 2010 en Ciudad Quesada, localidad costarricense, y en el que varios de los salvadoreños supuestamente habrían recibido 10 mil dólares por dejarse perder, en un cotejo ganado 2-1 por los anfitriones. La Federación Costarricense de Futbol rechazó que la compañía designara al trío arbitral entre ternas rumanas, búlgaras o kenianas, según "La Prensa Gráfica", de El Salvador.