NUEVA YORK, EU, (EFE).El pianista cubano Bebo Valdés y el cantaor español Diego "El Cigala" cautivaron al público de Nueva York con un concierto en el que presentaron su premiado disco "Lágrimas Negras", que funde los ritmos afro-cubanos y flamencos.
La siempre cálida recepción a los artistas no fue menor en Nueva York, ciudad de fusiones por excelencia, y de hecho las pasiones despertaron apenas Valdés, considerado la última leyenda viva de la música cubana, puso un pie anoche en el escenario del Beacon Theater.
Avalado por el crítico Ben Ratliff, del diario "The New York Times" como "el álbum de 2003", "Lágrimas Negras" utiliza al bolero como medio y el español como lenguaje para crear baladas influidas por ritmos afro-cubanos, pero con una distintiva personalidad flamenca.
Antes de presentar a "El Cigala" -el llamado "Sinatra del flamenco"-, Valdés interpretó una selección de temas clásicos cubanos, acompañado de Javier Colina en el contrabajo, Ricardo Valdés -hijo de Bebo- en los timbales y Saúl "El Rey", en el cajón.
"Es un día de mi vida muy maravilloso", expresó Valdés, de 85 años, que cerró la sesión instrumental con "unas conguitas, para acordarme de Cuba porque tengo 44 años que no pongo un pie en ella", y después presentó, con todos los elogios, a "El Cigala".
Siguiendo el orden de grabación de "Lágrimas Negras", disco que ha sido reconocido con numerosos premios, entre ellos un Grammy Latino, Valdés y "El Cigala" abrieron el concierto con "Inolvidable", seguido por los temas "Veinte Años" y "Se me olvidó que te olvidé".
"Me complace estar aquí en Nueva York, la ciudad que nunca duerme... bueno, más o menos", dijo bromeando "El Cigala", de 35 años, para después recordar que "hace años solía venir a Nueva York, pero para cantarle a las compañías de baile flamenco".
De hecho, esta presentación en Nueva York marcó un momento muy especial en la trayectoria artística de "El Cigala", quien en una entrevista con EFE, previa al concierto, dijo que regresaba a esta ciudad "pero en la liga de campeones".
Y ha triunfado. Junto a Valdés, el cantaor flamenco se ha dado a conocer más a este lado del Atlántico y ha sido una suerte de "copatrocinador" de ese exótico híbrido entre lo afro-caribeño y lo flamenco, ritmos signados por el fervor y la pasión.
Para Valdés es algo natural, ya que -como explicó al público- ambos ritmos tienen sus raíces en Africa e India, respectivamente, mientras que para el artista flamenco "sentir" el guaguancó -un tradicional ritmo afro-cubano- es como sentir la bulería.
"Son músicas del sufrimiento, músicas que vienen del alma", señaló el cantaor.
Tras dedicar al público el tema que titula el disco, "Lágrimas Negras" -canción originalmente compuesta en la década de 1930 por el compositor cubano Miguel Matamoros-, Valdés y "El Cigala" interpretaron "Vete de mi", un clásico del pianista-cantante cubano Ignacio Villa, conocido para el arte como "Bola de Nieve".
Este es, acaso, el tema en el que se siente más cómodo "El Cigala", como si se tratase de una segunda piel, ya que la desgarradora letra sobre un amor imposible e inolvidable se prestan para la voz rasgada que caracterizan al apasionado cante jondo.
Es posible que el contacto con el público, que en varias ocasiones se puso de pie para aplaudir a los músicos, haya hecho que los nueve temas de "Lágrimas Negras" se experimentasen mejor en directo que en la grabación.
Poco antes de cerrar el concierto, Valdés y "El Cigala" ofrecieron un bocado de lo que será su próximo disco, cuatro temas que siguen explorando las mezclas de lo afro-cubano y lo flamenco, entre ellos una versión cantada del Concierto de Aranjuez, del compositor español Joaquín Rodrigo.
Desde su lanzamiento en 2003 en España, "Lágrimas Negras" ha recibido cinco premios Amigo -los "Grammy españoles"- y ganó la pasada semana el Premio Grammy Latino al Mejor Album de Música Tropical Tradicional, aunque el disco no es ni meramente tropical ni netamente tradicional.
