Inicia La Berlinale

Con una lluvia de estrellas, flashes y reflectores se inició ayer la edición número 65 del Festival Internacional de Cine, la Berlinale, en la capital de Alemania.

El espectáculo tuvo lugar en la Plaza Marlene Dietrich, de la Plaza Potsdam, a la entrada del Palacio de la Berlinale (Berlinale Palast).

Una larga y amplia calzada alfombrada de rojo, y el enorme oso de la Berlinale en la fachada de cristal, el símbolo del festival, fueron el telón de fondo de la llegada de los invitados.

Los autos que los transportaban subían a la calzada tapizada de carmín para dejarlos bajar frente a los miles de periodistas de todo el mundo acreditados para cubrir el encuentro.

Fue el momento de las fotografías y las entrevistas tanto para la prensa como para los artistas y políticos invitados.

No había nadie para recibirlos cuando bajaban de los autos, de manera que muchos de ellos reaccionaban un tanto desconcertados. Los periodistas les gritaban por sus nombres y el vocinglerío era como el de un mercado.

Muchos de los prominentes encontraban algún motivo para detenerse en la calzada y saludar, para hacerse selfies, acercarse a las vallas también alfombradas de rojo para ver a los fans que los llamaban y hacer declaraciones a los periodistas que les gritaban por su nombre.

Aun cuando Alemania es un país muy ordenado, eso nunca se nota en la llegada de las estrellas y prominentes al Palacio de la Berlinale el día de la inauguración, porque suele reinar el más absoluto caos.

Juliette Binoche acaparó la atención durante un buen rato, vestida con un traje largo blanco, profundamente escotado al frente, y el cabello sencillamente peinado hacia atrás.

Las únicas joyas, unos aretes largos. Acudió a posar con ella el director de la Berlinale, el legendario Dieter Koslick.

Binoche reaccionó todo el tiempo frente a miles de cámaras con gran seguridad y calma, a diferencia de muchos otros que se mostraron nerviosos y sin saber qué hacer.

Una vez dentro del Palacio de la Berlinale, la laureada actriz volvió a acaparar la atención porque la película que se exhibió esta noche fue la premier mundial de su largometraje más reciente titulado Nadie quiere la noche.

La trama es de aventuras y fue dirigida por la cineasta española Isabel Coixet, filmada en la gélida Groenlandia basada en una historia verdadera.

Binoche se llama en el filme "Josephine Peary", quien fue la esposa del famoso investigador del Ártico, Robert Peary, a quien acompañó en esa aventura.

La sección de competencia, que es el punto focal de la atención del festival, presentará del 5 al 15 de febrero 19 películas, de las que el jurado internacional escogerá para otorgar los Osos de Oro y de Plata.