Barcos mexicanos. Las empresas exportadoras tienen que buscar el flete marítimo del exterior, señalan. (ARCHIVO)
México tiene 705 barcos con capacidad para más de 500 toneladas. De éstos, 350 (70%) trabajan con Petróleos Mexicanos y el resto ofrece servicios de cabotaje, es decir, entre puertos nacionales.
Sin embargo, no hay un solo buque de bandera mexicana para el comercio exterior marítimo (de altura). Esto significa que la industria debe contratar el flete con empresas marítimas extranjeras por la falta de servicios nacionales.
"El país pierde aproximadamente 15 mil millones de dólares anuales por el pago de fletes a embarcaciones extranjeras", aseguró Honorio Galván, secretario general de Unión Nacional de Marineros.
A pesar de lo anterior, el Congreso tiene "congelada" una iniciativa de Ley de Fomento a la Marina Mercante. Su discusión estaba prevista para el periodo ordinario de sesiones que concluyó el 31 de diciembre pasado. Pero en las comisiones de Marina de la Cámara de Diputados y el Senado no hay fecha para su discusión.
La Ley urge porque necesitamos reactivar el comercio marítimo de altura, el cabotaje y la construcción de barcos, consideran en la Comisión de Transporte.
"Desde 1980 no se construye un barco en México", afirmó José Manuel Urreta, vicepresidente de Cámara Nacional del Transporte Marítimo. "En los astilleros de Mazatlán sólo se construyen embarcaciones menores, no así buques que pueden costar hasta 80 mdd y generan economía", dijo.
El pasado primero de junio, el presidente Enrique Peña Nieto anunció cuatro ejes para el fomento de la actividad marítima, entre ellos un mejor marco normativo y la ampliación y modernización de los puertos, con una inversión de 58,600 mdp.
Hasta este año el gobierno federal pudo destrabar los reglamentos para las leyes de Navegación y Comercio Marítimo, promulgada en 2006, y la de Puertos, expedida en 2010.
La Coordinación de Puertos y Marina Mercante, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, informó que el reglamento a la Ley de Navegación espera su turno de publicación en el Diario Oficial de la Federación, y que la dependencia ha trabajado con los legisladores en la elaboración del proyecto de Ley de Fomento a la Marina Mercante.
Esta legislación es necesaria para que la SCT cumpla con su programa sectorial 2013-2018, que propone impulsar servicios de transporte más baratos, rápidos, confiables y con una cobertura más amplia.
De una lista de 144 países, México ocupa la posición 62 en infraestructura portuaria. En los 117 puertos del país, de enero a octubre se movilizaron 238.2 millones de toneladas de carga y 4.4 millones de contenedores.
Esto significa una caída de 1.2% del volumen de carga, pero un aumento de 3.6% en el tráfico de contenedores, con respecto al mismo periodo del año anterior, de acuerdo con la SCT.
El cabotaje, por su parte, reporta un crecimiento de 3.2% respecto al año pasado, con 56.7 millones de toneladas de tráfico.
De acuerdo con las cifras del Instituto Mexicano del Transporte, la flota nacional -concentrada en 80 empresas- mueve 37% del total de la carga marítima nacional y menos del 1% del tráfico de altura (comercio exterior).
Superávit
La balanza comercial de mercancías de México registró un superávit de 254 millones de dólares en diciembre del año pasado, luego del superávit de mil 626 millones de dólares en igual mes del año pasado.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que el superávit comercial de diciembre fue resultado de exportaciones por 34 mil 115 millones de dólares, un aumento superior en 6.4 por ciento, y por importaciones por 33 mil 861 millones de dólares, con un avance anual de 11.2 por ciento.
Así, en 2014, la balanza comercial del país fue deficitaria en dos mil 441 millones de dólares, señaló el organismo con base en la información oportuna de comercio exterior. Detalló que el incremento anual de 6.4 por ciento de las exportaciones se derivó de la combinación de un avance de 14.3 por ciento en las exportaciones no petroleras y una caída de 43.7 por ciento en las petroleras. Mencionó que al interior de las exportaciones no petroleras, las dirigidas a Estados Unidos aumentaron 16.2 por ciento a tasa anual y las canalizadas al resto del mundo lo hicieron en 6.2 por ciento.
