Apoyo. El respaldo militar a las policía federal y a la gendarmería ha resultado fundamental por la ola de violencia.
Un año después de la intervención del Gobierno mexicano en Michoacán, el encargado de la seguridad en este estado, Alfredo Castillo, compareció ayer en el Congreso para presumir sus avances, mientras a las afueras de la sede legislativa un grupo de michoacanos denunciaba que la violencia continúa.
"No podemos hablar hoy por hoy de que exista un Estado fallido", aseguró Castillo en su comparecencia ante una comisión del Congreso en la que explicó que la problemática de Michoacán ya no es un asunto de "inseguridad pública", sino "un tema de conflictividad social".
El Congreso citó a declarar a Castillo por la última escalada de violencia que se registró en diciembre a raíz de un enfrentamiento a tiros entre dos exlíderes de autodefensas, grupos que surgieron en febrero de 2013 para hacer frente al cártel de los Caballeros Templarios y que en mayo de 2014 fueron legalizados por Castillo bajo la figura de la Fuerza Rural.
En el enfrentamiento murieron 11 personas, incluyendo a Manuel Mora, hijo del fundador de los grupos de autodefensa, Hipólito Mora.
Además, la semana pasada otras nueve personas murieron en el marco de un operativo realizado por fuerzas federales para recuperar la alcaldía de Apatzingán, que había sido tomada por un grupo armado vinculado con los Templarios.
Pese a las dudas respecto a que las muertes podrían haberse producido por un abuso de las fuerzas de seguridad, el comisionado insistió ayer en que fue un enfrentamiento.
"Las explicaciones que se dicen poco convincentes acerca del tema de Apatzingán están validadas por peritos, por orificios de entrada, de salida, trayectorias, y por más de 63 declaraciones que fueron rendidas ante el Ministerio Público", afirmó.
Justo hace un año el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto anunció el despliegue de tropas federales fundamentalmente en la zona de Tierra Caliente de Michoacán, ante la escalada de violencia desatada por los constantes enfrentamientos entre las autodefensas y los Templarios.
Castillo aseguró ayer que "prácticamente toda" la estructura del grupo criminal "está desmantelada", salvo "tres actores por detener de la primera línea", entre ellos el líder del cártel, Servando Gómez, alias la Tuta.
El comisionado fue cuestionado por diputados de partidos de la oposición, quienes en su mayoría mostraron su disconformidad por el mensaje de Castillo.
"La visión desde el Gobierno que usted tiene es una visión que contrasta con la realidad en que viven los michoacanos y que vivimos los mexicanos; nada que ver con lo que muchos representantes populares hemos captado y recibido desde diversas fuentes", apuntó el diputado Roberto López Rosado, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Por su parte, el diputado Carlos Alberto García, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), dijo que "hoy en día Michoacán vive nuevamente una situación altamente problemática y terriblemente preocupante en materia de seguridad".
Los michoacanos, agregó, "tienen que soportar al mal gobierno, sufrir las laceraciones de la delincuencia organizada, que impone impuestos, abusa de las familias y secuestra a los pobladores y a los migrantes, existiendo en el estado una notoria ausencia de correcta implementación e impartición de justicia".
La diputada Lilia Aguilar Gil, del izquierdista Partido del Trabajo (PT), aseguró a su vez que "existen inclusive diversas voces en la comunidad de que usted ha tomado acciones que han beneficiado a la delincuencia organizada y eliminado la única medida que les ha permitido hacer frente, como son las autodefensas".
En su conclusión, Castillo explicó que "falta mucho por hacer", pero que "los hechos son los hechos" y "hay avances significativos".
Durante su intervención, a las afueras del Congreso se producía una protesta encabezada por el alcalde con licencia de Tepalcatepec, Guillermo Valencia.
"Castillo quiere maquillar y manipular la escena de los hechos", y "no todo es miel sobre hojuelas, hay muchos inconformes, hay mucha gente inocente entre las víctimas", afirmó..
Varios de los líderes de las desmovilizadas autodefensas de Michoacán como Hipólito Mora, Luis Antonio Torres y José Manuel Mireles se encuentran detenidos, los dos primeros por delitos relacionados con homicidios y el último por portación de arma de fuego de las Fuerzas Armadas y narcotráfico.
