La desolación debe diferenciarse de la soledad, debido a que la primera es un síntoma de algún trastorno como depresión o resultado de problemas por disfunción familiar. (ARCHIVO)
La psicóloga de la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Esmeralda Yelisse García Ortega, indicó que la desolación afecta de manera prioritaria a las mujeres.
Añadió que la desolación debe diferenciarse de la soledad, debido a que la primera es un síntoma de algún trastorno como depresión o resultado de problemas por disfunción familiar, “o parte de un duelo cuya principal característica es el aislamiento y la sensación de abandono aun estando en compañía de personas”.
“Cuando la persona se siente desolada, es decir, aislada, puede estar con miles y sentir un vacío muy grande por una historia de vida que trae con problemas, con tristezas, con depresiones”, apuntó.
Explicó que, a su vez, la soledad puede vivirse de forma positiva e incluso ser signo de madurez, “toda vez que la persona puede convivir con ella misma sin problemas y ser independiente emocionalmente de otros y atreverse a hacer actividades sin compañía, incluso viajar”.
Señaló que la desolación no es un diagnóstico de trastorno como tal, dado que “no se puede poner como un diagnóstico, es un síntoma, por lo tanto es multifactorial, que es lo que la persona tiene o vive, es un término para expresar que aun al estar acompañada no puede disfrutar la convivencia con los demás”.
Resaltó que la persona puede estar acompañada e incluso recibir amor, “sin embargo, mentalmente ella piensa que no es suficiente o que no es apreciada y le es difícil salir de ese paradigma”.
Manifestó que es probable que debido a una actitud de inseguridad y mal humor persistente termine por alejar a otras personas de ella.
“Es una idea mental que trae la persona de sentirse sola, aun cuando los demás la pueden querer, pero si ella está casada con el aislamiento por más personas que estén con ella no se va a sentir bien”, afirmó.
Detalló que, por lo anterior, “puede llegar a incapacitar socialmente a una persona debido a las dificultades que su desolación le ocasiona para relacionarse sanamente con los demás”.
Explicó que esta situación puede repercutir no sólo en el ámbito familiar, sino también laboral y social, “son las mujeres quienes más tienden a sufrir desolación y es muy frecuente que la situación se origine en la convivencia en pareja”.
“A la mejor es por su esposo, clásico que ahorita vas a un café y cada quien conversa con no sé quién por el celular, o estás sentado en cualquier lugar pero cada quien está por su lado, en su asunto, entonces alguien de esa pareja está desolado”, precisó.
