Atenas, Grecia .-Muy tranquila, sin ninguna pizca de tensión, nervios o alegría, se observó a Ana María Espinoza, después de que su hija Ana Gabriela Guevara ganó la medalla de plata en los 400 metros planos de los Juegos Olímpicos Atenas 2004.
“Nos abrazamos y con ese abrazo nos dijimos todo”, dijo la madre de la atleta, quien ante la insistencia de los medios de información aceptó hablar con los reporteros.
Ella acompañó a la velocista a los entrenamientos y estuvo en las gradas cada vez que corrió. “Nos estamos acostumbrando a este tipo de emociones”, dijo sin demostrarlas.
“Estoy muy tranquila y contenta por todo lo que hizo mi hija, la medalla de plata es muy buena”, expresó.
A su vez, la fisiatra Eunice Romero dijo que “vivió la prueba muy emocionada, estoy tranquila y muy feliz. Es un excelente premio en el que se refleja el trabajo y la dedicación de ella (Ana Guevara), su esfuerzo y el trabajo de Raúl (Barreda, su entrenador)”.
De su trabajo con la atleta agregó que “es muy sencillo y humilde, ojalá haya servido de algo” y comentó que “estoy muy contenta y me uno a la felicidad de todos los mexicanos por la primera medalla olímpica en esta justa”.
Inmujeres
El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) celebró la obtención de la medalla de plata de Ana Gabriela Guevara “porque constituye un ejemplo a seguir por todas las mujeres mexicanas, debido a su perseverancia y espíritu de superación”.
A través de un comunicado, el Inmujeres expresó que la tenacidad de Ana Gabriela “es una clara muestra de que las mujeres pueden alcanzar las metas que se proponen, en su lucha por hacer de México un país mejor”.
