Hace apenas tres meses fue instalado el servicio en el poblado.
EL SIGLO DE TORREÓN
EJIDO EMILIANO ZAPATA, GÓMEZ PALACIO, DGO.- Los habitantes de esta población rural toman agua cargada de cloro. Además de que tiene una consistencia aceitosa, algunas veces tiene sabor a diésel, que es imposible tomarla.
Dentro de la marcha urbana se encuentra esta comunidad que desde hace tres meses goza del servicio de agua potable. De acuerdo a lo que comenta Juan Zamora Ávila, quien toda su vida ha vivido en este lugar, “estamos muy contentos porque el agua ya nos llega por la red”.
Sin embargo, los vecinos expresan su extrañeza porque el líquido vital a últimas fechas brota con las características antes descritas. Juan pensaba que en su casa era donde únicamente se presentaba el problema, “pero indagué con el resto de las familias y me comentaron que también tenían el mismo conflicto”.
Hermila Santos también comenta lo mismo. Ella explica que fue la semana pasada cuando detectaron el problema. Relata que cuando iba a preparar los alimentos, descubrió que el agua tenía un hedor extraño.
“Olía a gasolina o algo así e inclusive tenía el mismo sabor, por lo que me alarmé y salí corriendo a indagar con mis vecinas y me dijeron lo mismo, para esto, en la comunidad ya se había propagado la noticia”, indica.
Los pobladores llegaron a la conclusión de que el líquido vital presentaba esa característica porque los trabajadores del Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado (Sideapa), estaban haciendo trabajos de limpieza.
Antonio Pérez, otro vecino de esta comunidad, manifiesta que como tiene poco con el servicio, “quizá están haciendo maniobras y aún no está lista la noria al cien por ciento, por eso no denunciamos el problema en su momento”.
Estas personas relatan que días después el agua salía con una consistencia aceitosa, por lo que también se extrañaron. Como estaban acostumbrados a tomar de la del estanque ubicado en la pequeña propiedad del ejido y que nunca les dio problemas de ningún tipo, el azoro de la comunidad era importante.
Juan dice que el agua ahora sale con mucho cloro. En veces es tan concentrado su olor que no pueden tomarla, “pero es mejor que el sabor a diésel, aún así nosotros nos preguntamos qué es lo que pasa en la noria de Sideapa”.
Denuncian también la poca presión del líquido. Por las tardes es muy escasa y en las noches es cuando se regulariza. “Nosotros sabemos que así sucede en la ciudad, pero lo que más nos preocupa es el sabor que tiene, ojalá ya no se presente y esta noticia la sepan los de la empresa de agua para que la analicen y descubran qué cosa originó el problema”.
El ejido Emiliano Zapata ya está dentro de la mancha urbana. Colinda con los fraccionamientos Parque Hundido, Santa Teresa, Cuba, Pánfilo Natera y 14 de noviembre. La misma noria –ubicada a unos cuantos metros de una planta eléctrica de la CFE- abastece de agua a todos los pobladores de las unidades habitacionales antes mencionadas.
Los habitantes de la comunidad rural manifiestan su agrado porque ya están dentro de la mancha urbana, aunque saben de los inconvenientes de estar dentro de la ciudad. Sobre todo porque los camiones urbanos y muchos automovilistas transitan por la carretera del poblado que lleva a empresas importantes ubicadas alrededor.
Una de ellas es la planta Philips, en la que trabajan muchos empleados. “Éste es su camino, por lo que solicitamos al Municipio que ponga más bordos para que los conductores moderen su velocidad, ya que no respetan al peatón, además las casas están muy cerca del camino”.
Temen que se suscite un accidente y una unidad motriz se estampe en las viviendas que están casi pegadas al camino vecinal.
SABE A DIESEL...
“Toda la comunidad está al pendiente porque la semana pasada el agua olía y sabía a diesel, nos preguntamos qué pasa con la bomba de Sideapa”.
JUAN ZAMORA ÁVILA. Vecino del Ejido Emiliano Zapata
