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ROMA, ITALIA.- El Papa Juan Pablo II ha “deplorado vivamente las injustas agresiones” contra los cristianos en Irak, informó ayer el Vaticano.
“En estas horas de sufrimiento, el Papa deplora vivamente las injustas agresiones hacia quien sólo pretende colaborar por la paz y la reconciliación del país”, manifestó el viceportavoz del Vaticano, Ciro Benedettini, en el primer comunicado oficial de la Santa Sede tras los atentados contra iglesias cristianas en Bagdad y Mosul.
Juan Pablo II, según precisó Benedetteni, ha enviado un mensaje al Patriarca de Babilonia de los Caldeos (la Iglesia Caldea, católica), Emmanuel III Karim Delly, en el que expresa “toda” su solidaridad a los católicos iraquíes, “tan dolorosamente afectados”.
En estas horas de prueba me siento espiritualmente muy cercano a la Iglesia y a la sociedad iraquí y renuevo mi más fuerte solidaridad a los pastores y fieles, a los que aseguro mis rezos y mi constante compromiso para que cuanto antes se instaure en el amado país un clima de paz y reconciliación, dice el texto.
Por su parte, Francia condenó ayer “con la máxima firmeza” los atentados y llamó al conjunto de los iraquíes a “unirse contra la violencia”.
Al condenar los atentados, un portavoz del Ministerio francés de Exteriores expresó las condolencias de Francia a las familias y allegados de las víctimas y “al conjunto de las autoridades religiosas de las iglesias cristianas de Irak”.
Mientras tanto, líderes iraquíes condenaron la violencia intentando apagar los temores cristianos de que estaban siendo expulsados del país. El gran ayatola Alí al Sistani, el clérigo shiita más importante de Irak, dijo que los ataques eran “crímenes horrendos”.
Los 750 mil cristianos de Irak están muy preocupados por el aumento del fundamentalismo islámico desde la caída de Saddam Hussein el año pasado. Cientos han huído a las vecinas Jordania y Siria, y otros esperan unírseles pronto.
Uno de ellos, Wissam Sagman, ha intentado infructuosamente salir del país, temiendo que su familia cristiana no estará segura en el nuevo Irak, envuelto en el desorden. Ahora le tiene más miedo a sus vecinos, y planea redoblar sus esfuerzos para marcharse.
“Ahora un musulmán ya no puede ir a una mezquita ni un cristiano a la iglesia”, dijo Rabi, de 32 años, recordando los ataques de meses recientes a sitios musulmanes de oración donde han muerto cientos de personas.
El viceprimer ministro Barham Saleh prometió que las autoridades capturarían a los responsables.
“El Gobierno interino de Irak está unido en la condena a todos los actos de terrorismo y está decidido a emplear todas las fuerzas disponibles, tanto iraquíes como las de la fuerzas multinacionales de la nación árabe, para perseguir y destruir a las personas que planean y ejecutan esas atrocidades”, dijo.
Asesinan a rehén turco
La crisis de los secuestros en Irak ha abierto un nuevo capítulo con la puesta en libertad de un somalí y el asesinato de un turco, mientras se mantiene la incertidumbre sobre el destino de otros siete camioneros.
La embajada de Turquía en Bagdad confirmó que ha reconocido como un ciudadano de su país al hombre que es asesinado por un grupo de secuestradores en Irak, pero se negó a identificarlo.
El asesinato apareció ayer filmado y colgado en un sitio de Internet que suele utilizar el grupo radical “Monoteísmo y Yihad”, que dirige el islamista radical de nacionalidad jordana Abu Musab al Zarqawi, considerado la principal amenaza terrorista de Irak.
El mismo grupo anunció ayer, también en un vídeo remitido a Al Jazzera, que pondrá en libertad al camionero somalí Ali Mussa, en retribución por la actitud del pueblo y el Gobierno somalí, y de la compañía kuwaití para la que trabaja, que ha anunciado que cesa sus actividades en Irak.
Mientras, sigue la incertidumbre sobre el destino de los siete camioneros empleados para una empresa kuwaití secuestrados hace doce días cuando viajaban del Emirato en dirección a Bagdad.
El Gobierno keniano anunció el domingo que habían sido puestos en libertad, pero horas después uno de los mediadores suníes desmintió la noticia.
