EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Histerietas

Adela Celorio

¿Cuántas Raterías se habrán cometido en nuestro país durante las siete décadas que vivimos a las sombras de la desinformación? Imposible saberlo. Aunque siempre estuvimos conscientes de que la corrupción sistémica era la columna vertebral del dinorégimen; al cual nadie puede escatimarle el mérito de haber creado instituciones fundamentales para el país, así como nadie puede negar el hecho de que éstas acabaron convertidas en millonarios negocios para los favoritos del presidente en turno.

La Lotería Nacional fue por años la cartera personal de los Prisidentes, sus queridas y sus compadres. En total obsolescencia, el Seguro Social, La compañía de luz, Petróleos y hasta la banca mexicana, son hoy despojos de sistemático saqueo oficial. “La corrupción somos todos” repetíamos alegremente para jugar con el lema de la campaña de López Portillo pero también para dejar sentada una especie de aceptación colectiva del fenómeno. “El que no tranza no avanza” -es un perverso dicho, mezcla de resignación y presunta sabiduría que nos muestra el camino más corto al enriquecimiento.

Las tácticas de ocultamiento, complicidad y silencio que prevalecieron siete décadas, calaron profundo y me temo que ya forman parte del genoma de muchísimos mexicanos que hoy, no entienden la vida de otra manera. Para botones de muestra de mi afirmación, ahí están los niños verdes, algunos funcionarios amarillos y hasta los santiguados señores de Provida. Menos mal que como elemento fundamental del cambio, empezamos a ejercer el derecho a la información pública que es por cierto el oxígeno de la democracia. Todos los días constatamos sus beneficios y su eficacia para reconquistar poco a poco el valor perdido de la honestidad. Vergüenza es robar y que te cachen; decíamos las niñas en la escuela.

Pues bien, si no podemos dejar de ser corruptos por convicción, tendremos que hacerlo porque tarde o temprano nos cachan. El acceso fácil a la información pública, es la única forma que tenemos los ciudadanos de mantener el control, y tal vez no será tan rápido como el país lo requiere, pero el momento llegará en que la luz de la información pública, ilumine también esas cloacas que se hacen llamar sindicatos al servicio del estado. Hacia allá nos dirigimos, si no nos aperplejamos permitiendo que los señores de los PRIvilegios vuelvan a sumir a México en la desinformación y el saqueo.

¡Que Dios nos guarde¡ Mejor vayamos a las histerietas que está publicando nuestro Jefe de Gobierno para convencernos de que los babosos que organizaron la megamarcha, se dejan secuestrar y asaltar, sólo para salir retratados en el periódico con su ropa nueva. ¿Ahora ven por qué tengo que salir de aquí? Voy vengo, ahí les encargo el país. [email protected].

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 101132

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx