La Procuraduría de la Familia informó que es en las temporadas vacacionales de invierno y verano cuando se incrementan las denuncias de menores que son obligados por sus padres para que pidan dinero o que trabajen en las calles, sin embargo aseguró que los casos son eventuales.
De acuerdo a la titular de la dependencia María Teresa Araiza Llaguno, en lo que va del año suman tres denuncias de este tipo de casos en la región norte de la ciudad, pues aún falta mucha cultura de la denuncia.
“No es necesario que existan denuncias, pero estas son muy eventuales”, dijo.