Con signos evidentes de deterioro se aprecia el Parque de Deportes Extremos inaugurado en el año 2014, por el entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, como parte de las estrategias de prevención del delito ante la ola de inseguridad que en aquel año azotaba con intensidad a la región. Fueron 13 millones de pesos los que se invirtieron en la construcción de una tirolesa, un circuito para bicicleta de montaña, canchas de usos múltiples y un centro de mediación, en el que se brindaría atención psicológica y legal y que ahora está cerrado. El lugar también ha sido saqueado, pues desde las lámparas, hasta las cuerdas de acero de la tirolesa “desaparecieron”. En estas condiciones y sin las más mínimas medidas de seguridad, menores de edad acuden para trepar varios metros en busca de diversión en uno de los pocos lugares de este sector, destinados a la recreación.
