También se debe considerar la emergencia sanitaria por COVID-19 como posible inhibidor. (EL SIGLO DE TORREÓN)
En los pasados procesos electorales de 2018 y 2019 la participación ciudadana fue menor al 60 por ciento, lo que dejó en evidencia el rechazo al voto.
En el proceso electoral actual, además de la apatía social, se tiene el reto que implica la emergencia sanitaria por COVID-19 ya que persiste el temor a salir a las calles en medio de una pandemia que también ha traído estragos graves.
"En la elección del 2018 en Durango se alcanzó una participación del 56.3 por ciento y para las elecciones del 2019, el número de votantes bajó de manera considerable, llegando al 45 por ciento", informó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Miguel Castro Mayagoitia.
Y expuso que con estos antecedentes y tomando en cuenta que la actual es una elección especial, concurrente, pero intermedia en general, se debe impulsar el voto para que se supere la apatía social y el rechazo al voto.
"A los candidatos, partidos y a las instituciones les toca dar confianza a la ciudadanía; a quienes compiten, les corresponde hacer campañas de altura y propuesta, de respeto, muy lejos de la suciedad y la mezquindad. Mientras que a los ciudadanos nos toca votar", dijo.
Por parte de los empresarios agremiados al CCE se trabajará para fomentar la participación ciudadana a través de incentivos a quienes voten el 6 de junio.
