Originario de Inglaterra, ha sido compañero de célebres personalidades como Coco Chanel, Oscar Wilde, Ronald Reagan y Frank Sinatra. (Instagram @goodboyoskar)
Los perros cavalier king han ganado popularidad gracias a su aparición en películas como La Dama y el Vagabundo y Sex and the City, así como a su aspecto elegante que encanta a todos. Suele ser llamado “perro cavalier”, aunque su nombre completo es Cavalier King Charles Spaniel.
Originario de Inglaterra, ha sido compañero de célebres personalidades como Coco Chanel, Oscar Wilde, Ronald Reagan y Frank Sinatra.
Sus rasgos están perfectamente distribuidos, de talla pequeña y un peso entre los 5.5 y 8 kilos.
Una de las características físicas que más resaltan es su cabeza casi plana, con unos ojos redondos y muy grandes en color café casi negro que resultan bastante expresivos. Además, sus largas y peludas orejas dan la apariencia de un cabello perfectamente cuidado. Puede ser liso u ondulado, pero nunca rizado.
Las tonalidades aceptadas son:
*Negro y canela, ambos muy brillantes
*Rubí, en un tono uniforme
*Blenheim, propio de la raza
*Tricolor (negro, blanco y rubí)
Algo que lo distingue es su personalidad amable y cariñosa que hace que cualquiera se encariñe. No tiene características agresivas y se adapta a cualquier hogar, siempre y cuando le brinden cuidados necesarios.
Les gusta estar activos y jugar, especialmente en jardines, lo que los hace un compañero ideal para los niños. Aún así, no debe dormir en el exterior.
No son perros nerviosos y ansiosos, sino calmados y capaces de convivir de forma tranquila, sencilla y plena. Para lograrlo con éxito, es importante evitar el sedentarismo.
Requiere comida de calidad y una alimentación balanceada para evitar caer en el sobrepeso. También necesitará cepillados constantes de, por lo menos, tres veces a la semana, para mantener su pelaje sedoso y sin nudos, especialmente en las orejas y las extremidades. No olvides bañarlos una vez al mes.
Es propenso a algunas patologías congénitas, como dificultades cardiacas, que suele ser la principal causa de muerte en estos ejemplares, seguida por el cáncer.
Son susceptibles a las infecciones en oído y otitis. Sin embargo, cualquiera de estas enfermedades son prevenibles si se trabaja en su salud y visita al veterinario cada tres meses como mínimo y seis como máximo.
