Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Futbol. (EFE)
Nueva temporada, la misma pelea.
La Liga española y la federación nacional han vuelto a enfrentarse, esta vez sin esperar siquiera al inicio de la temporada.
El calendario de esta semana, que marcaba el comienzo de la campaña, debió modificarse a última hora, como resultado de la disputa entre las dos entidades sobre si es posible disputar partidos en viernes y lunes.
La Liga pautó el duelo entre Granada y Athletic Bilbao la noche del viernes para levantar su telón, pero la Real Federación Española de Futbol obligó a que se dispute durante el fin de semana. La RFEF prohibió la realización de partidos los lunes y viernes.
El encuentro se reprogramó tras el fallo emitido el miércoles en la noche por una jueza del Comité de Competición de la RFEF.
El partido del lunes, entre Alavés y Real Betis, se movió también al fin de semana, lo mismo que un par de cotejos de la segunda división.
La Liga informó que modificaría su calendario esta vez, "con el fin de evitar perjuicios deportivos irreparables a los clubes afectados por este sinsentido de la RFEF". Sin embargo, advirtió que seguirá peleando por jugar los lunes y los viernes, y apelará ante el Consejo Superior de Deportes, a fin de mantener sin cambios la segunda fecha de la temporada.
En un comunicado, La Liga consideró injusto que una jueza vinculada con la RFEF sea quien haya emitido el fallo.
Federación y liga mantienen un prolongado pulso sobre la adición de los viernes y lunes en la parrilla de partidos, y ambas partes han obtenido victorias legales en diversos tribunales.
