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Coahuila, en duelo por las muertes de la pandemia

La historia de la humanidad ha sido testigo de varias pandemias, donde la población tiende a aislar a las personas que resultan infectadas

El duelo no es exclusivo para quienes pierden un familiar, sino que afecta a la población en general. (EL SIGLO DE TORREÓN)

El duelo no es exclusivo para quienes pierden un familiar, sino que afecta a la población en general. (EL SIGLO DE TORREÓN)

LUCÍA PÉREZ

La pandemia del COVID-19 ha dejado decenas de miles de muertes en el país y en Coahuila ya ha rebasado las mil defunciones. El miedo de contagiarse es latente, pero tras la muerte de un familiar, las secuelas son el distanciamiento social obligado y el rechazo de la comunidad por temor al contagio.

Para la psicóloga y tanatóloga, María Luisa Gaytán, esta reacción no es nueva. Relata que pandemia tras pandemia, la población tiende a aislar a quienes se infectan. "En la pandemia por la peste negra la gente aislaba a quienes se contagiaban. Era el horror, primero por ver a la persona y segundo por miedo al contagio", cuenta.

María Luisa explica que el duelo no solo lo viven quienes pierden un ser querido, sino la población en general. Perder la rutina y hacer una modificación en nuestra vida nos lleva a vivir un duelo constante y de ahí la resistencia a reducir la movilidad.

DE LA PREVENCIÓN AL CONTAGIO

El pasado 22 de julio la población de Saltillo se consternó ante la muerte de María del Rosario Rodríguez Juárez, una enfermera del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), con más de 30 años de servicio.

Como todos los que fallecen por COVID 19, ella no pudo tener ceremonia fúnebre. Sus hijos, hermanos y padres acudieron al ISSSTE para presenciar cuando sacaban su cuerpo. La noche del 22 de julio, el personal de salud, sus compañeros de trabajo y familia, se reunieron en la salida del área de urgencias.

Alrededor de 25 personas permanecieron dispersas y con cubrebocas, como lo establecen los lineamientos básicos para evitar el contagio de COVID.

A las 8 de la noche con 54 minutos, por una de las salidas del hospital se alcanzó a ver a dos personas con traje amarillo de protección personal, cubiertos de pies a cabeza. Una persona más vestía el mismo traje, pero en color azul, que a su vez cargaba una mochila naranja como parte del traje de protección para desinfectar.

Ellos fueron los encargados de mover la camilla donde iba el cuerpo de Chayito', como le decían sus familiares. Al acercarse, empezaron los aplausos y una de las ambulancias que estaban estacionadas encendió las sirenas. Así es como el sector salud despide a los suyos.

Cada asistente, reunido desde diferentes puntos, a 15 metros de distancia, observó cómo Chayito fue ingresada a la carroza que la llevaría al crematorio. Esta es la única despedida que se llega a permitir a quienes mueren a causa del coronavirus. No más de tres minutos. A distancia.

Los aplausos y las sirenas duraron un par de minutos hasta que la carroza salió de las instalaciones de la clínica del ISSSTE en Saltillo.

DEL MIEDO A LA CONFUSIÓN

Jeshua Roberto Rodríguez Juárez, hermano de Chayito, relata a este medio que la pérdida de su hermana ha sido difícil de afrontar. Aunado a ello, han vivido el alejamiento de sus conocidos. Los evitan o les dan vacaciones en sus trabajos pese a que el periodo de incubación del virus ha pasado y ellos no son portadores de la enfermedad.

Cuenta que quienes conocen el deceso de su hermana, los evitan al grado de ni siquiera querer pasar cerca de la casa. Les ha tocado ver que cuando conocidos pasan por la calle donde viven, al momento de acercarse a la vivienda optan por cambiar de acera. Roberto entiende que esta situación es producto del miedo que deriva de la contingencia sanitaria por la que atraviesa todo el mundo.

Recuerda que al principio de la pandemia su familia estaba entre la incredulidad y la duda. "No sabíamos qué pensar. Unos decían una cosa y otros otra, pero ella, Chayito, fue la que nos dijo a todos que estaba muy feo y que ya había muchos casos".

Al concientizarlos de la situación, los instruyó sobre las medidas de autocuidado, les dio gel antibacterial, cubrebocas y se colocaron tapetes en la entrada de sus casas. Entre las preocupaciones de Chayito estaban sus papás, quienes son personas de la tercera edad. Ella vivía a media cuadra de la casa de ellos, a quienes orientó y cuidó durante la pandemia.

Los señores solo salían a actividades como consultas médicas y únicamente si era necesario. Chayito y sus hermanos les proporcionaban las cosas básicas.

El temor creció cuando se dio el primer contagio en la clínica del ISSSTE en Saltillo en un doctor, con el cual no tenía contacto. No hubo contagios.

Roberto relata que desde el inicio de la contingencia sanitaria el personal de la clínica tuvo una valoración médica integral. "Salieron muchos con diabetes o hipertensión. Muchos tenían otras enfermedades y no lo sabían, los mandaron a descansar. Mi hermana salió bien y ella siguió en el trabajo".

Platica que su hermana no trabajaba en el área COVID, sino en los consultorios. "De todos (nosotros) la que menos debía salir enferma era ella, porque se cuidaba mucho". La familia de Chayito desconoce dónde contrajo el virus, ya que al dar positivo a COVID-19 ella se encontraba con incapacidad laboral, producto de un problema en el tendón de su mano. "Le dieron veinte días y ella hasta dijo: 'ya me salvé".

Previo a su regreso a la clínica, Chayito presentó síntomas de gripa. Dos días, un lunes de julio, no se especificó la fecha, acudió al ISSSTE para una revisión. El médico le dijo que podía ser COVID-19 y se le aplicó la prueba. En su casa estaba aislada y no quiso preocupar a sus hermanos.

El viernes le confirmaron: 'tienes COVID'. Las radiografías mostraron afectación en los pulmones y el médico le recomendó internarse. Ella aceptó.

En los días posteriores Chayito estuvo atenta. Ella misma tomó las decisiones. Sus pulmones se deterioraron y le costaba trabajo respirar. Le recomendaron la intubación. Ella aceptó y firmó la autorización. No pasaron ni dos días y falleció.

El protocolo se aplicó y de su familia y las cinco personas con las que vivía, solo una persona resultó positiva a COVID-19: su hijo. Presentó síntomas leves como tos y fiebre, estuvo en aislamiento y ya se recuperó.

EL DUELO

Perder a un familiar o un ser cercano por una enfermedad de la que poco se sabe intensifica las etapas del duelo. La psicóloga y tanatología María Luisa Gaytán dice que todos pasamos por ello. Negación, ira, negociación, depresión y aceptación son parte de este proceso. Al tener miedo, la primera reacción es alejarse.

Este duelo aplica para todas las pérdidas, desde la vida, hasta la pérdida de actividades, como en este caso lo que se le llama la "nueva normalidad".

En una entrevista que dio el subsecretario de Prevención y Promoción a la Salud federal, Hugo López-Gattell, a la periodista Denise Maerker, se le preguntó: "¿Cuándo volveremos a la normalidad?", y él respondió: "nunca".

Gaytán dice que será la capacidad de adaptación a la nueva normalidad la que mitigue el impacto.

Una de las características que atraviesa la población es la negación. Lo desconocido se atribuye a algo que es inexplicable." Se le da una explicación como que es algo político o que no existe".

Esta situación no ha pasado desapercibida para la familia de Chayito. En la entrevista con este medio, su hermano comenta con voz triste y templada, que es doloroso ver que personas asumen que el COVID no existe o que se paga a los familiares de alguien que muere para que digan que es por coronavirus.

"Yo creo que nadie aceptaría un pago cuando estás en duelo. Lamentablemente se mueren porque se contagiaron. La gente se malinforma. Quizás hay mucha gente incrédula y pone en duda a los demás", declaró.

La pandemia continúa activa. El número de contagios en Coahuila se ha acelerado en el último mes. Se registra un promedio de 300 casos diarios y una veintena de muertes. Del 28 de febrero, fecha en que se registró el primer caso positivo en Coahuila, al corte de ayer sábado 29 de agosto, se registra un acumulado de 21 mil 644 contagios de COVID 19.

En este mismo periodo, el número de muertes en el estado es de 1,308, de acuerdo a la información de la Secretaría de Salud de Coahuila.

1,308

MUERTES

se han registrado en la entidad a causa del coronavirus desde el inicio de la pandemia.

2,061

CASOS ACTIVOS

de COVID-19 hay

en Coahuila hasta el día de ayer.

El número de contagios de COVID-19 en Coahuila se ha acelerado en el último mes, con un promedio de 300 diarios y una veintena de defunciones. (ARCHIVO)
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El Hospital del ISSSTE en Saltillo fue acondicionado para atender a pacientes con COVID-19. (ARCHIVO)
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La enfermeraMaría del Rosario Rodríguez Juárez, con más de 30 años de servicio en el sector salud, falleció el pasado mes de julio en Saltillo por COVID-19. (ESPECIAL)
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